Egipto ha obtenido una gran victoria al lograr que la comisión Nacional de Museos de Francia devuelva a Egipto las obras que le fueron robadas en los años 80 y que el importantísimo museo adquiriera en el año 2000.
En ese sentido han tenido éxito las presiones de Zahi Hawass, jefe de la arqueología egipcia que amenazó con suspender toda relación con el Louvre si no devolvía las piezas, han dado resultado en cuestión de 48 horas. Esto es un caso excepcional si se compara con demandas similares en otros países.
Es necesario mejorar el caso egipcio para ver lo que sucede en nuestro país. En el Perú la lucha que viene haciendo silenciosamente Eliane Karp para recuperar las piezas de Machu Picchu en poder de la universidad de Yale es ridiculizada por falsos intelctuales algunos de los cuáles fungen hasta de periodistas. No se entiende el esfuerzo de luchar en solitario por la recuperación de nuestro patrimonio. Se lucha inclusive contra el propio estado peruano, ya que el memorandum de entendimiento que firmó Hernán Garrido Lecca con Yale era absolutamente perjudicial para nuestros intereses.
El ejemplo de Egipto debe ser visto como estímulo para continuar en la lucha de la recuperación de nuestro patrimonio.
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