Es lo que ha asegurado Ricardo Ghibellini en una penosa entrevista concedida a Perú 21, llena de contradicciones que demostraría su clara vocación de servicio al gobierno. Si luego de esta entrevista los miembros del directorio del canal deciden permanecer en sus puestos, pues sería un síntoma del deterioro institucional y moral que atraviesa nuestro país.
Algunas de las perlas dicha por este funcionario son las siguientes:
¿Ha recibido presiones del Gobierno?El presidente no es el dueño, perdón, me he expresado mal. En última instancia, es el que manda sobre el canal, es el jefe del Estado, no es el jefe del partido en el caso del presidente de la República. Por lo tanto, si me llama y me dice: Ricardo, suspendes el programa, yo lo único que puedo hacer es suspenderlo y, si no lo puedo hacer, renunciar
He recibido presión por los medios, nadie me ha llamado por teléfono.
En el caso del espacio de Laura Bozzo en Ecuador, Alan García dijo que un presidente tenía derecho a vetar un programa…
El presidente tiene derecho a vetar, no es que tenía. Si a mí me llama el presidente y me dice: Ricardo, levanta esa señal del aire, yo la tengo que levantar, porque es el jefe supremo del Estado peruano, dueño de este canal.
¿El presidente es el dueño del canal? ¿No es el Estado?
Esta última respuesta es de antología. El señor renuncia no por principios de la libertad de prensa sino porque no puede cumplir, satisfacer la voluntad de su presidente. Con esto último demuestra que es un funcionario a la medida de Alan García.
1 comentario:
Si algo parecido o remótamente parecido hubiese ocurrido en Bolivia o Venezuela o Nicaragua los hipócritas y fariseos defensores de la Libertad de Expresión se hubiesen rasgado las vestiduras
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