No es buena la idea de crear núcleos ejecutores por parte del gobierno nacional. No se "crea", en primer lugar, lo que ya existe. En segundo lugar la obra pública de menor cuantía viene siendo ejecutada eficientemente por los gobiernos municipales o regionales tal y como correctamente ha dicho Juan Carlos Eguren. El problema no es la obra pública de menor cuantía sino la que exige SNIP y licitación.
La "creación" de esta cuarta instancia es un pretexto del gobierno para ingresar a la manipulación masiva con propósitos eminentemente electorales o de corrupción.
Asimismo es necesario analizar la trayectoria del gobierno cuando de repartir el dinero de todos los peruanos se trata. El fracaso del programa Juntos obedece a que se desfocalizó, empezándose a entregar dinero a quién no lo merece. ¿El resultado? pues que los niveles de violencia familiar, alcoholismo y malgasto se ha incrementado en algunas zonas.
Por otro lado ya este gobieno repartió en Ica y Pisco bonos de 6,000 soles para que los pobladores puedan reconstruir sus casas destruídas por el terremoto. Tal y como denunciaron pobladores de la zona, el dinero en muchos casos fue a parar a manos de gente que no necesitaba el recurso pero tenía carnet de la estrella. Los resultados de abandono y corrupción, en Ica y Chincha, saltan a la vista.
Ahora el doctor Alan García nos viene con la historia de los "núcleos ejecutores". Estos distorsionan el concepto de entes dinámicos de lucha contra la pobreza extrema. Nadie sabe el criterio utilizado para seleccionar a los 100 primeros núcleos ejecutores en Lima Metropolitana, un lugar en el cual el estado está presente en cada calle y no ausente como se da en los casos de pueblos en total estado de abandono como es en Puno, Huancavelica o Cajamarca.
Estamos en presencia de la creación de comandos de campaña, muy a lo Hugo Chávez. El propósito de distorsionar e intervenir sin escrúpulos en el próximo proceso electoral ya ha empezado.
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