lunes, 10 de agosto de 2009

No es lo mismo Juana que Chana. A propósito del artículo de Luis Carranza


El ministro de Economía Luis Carranza equivoca su enfoque respecto a lo que es competitividad. Acaba de publicar un artículo en el diario El Comercio llamado La tercera panadería, en donde llama la atención a cómo las trabas burocráticas afectan nuestra competitividad. El ministro Carranza confunde los conceptos. Cree que ser eficiente abriendo negocios significa ganar en competitividad. Eso no es competividad y es preocupante que un ministro tenga una visión reduccionista de un aspecto muy importante en el proceso de desarrollo de los países. No nos debe sorprender entonces que durante la actual gestión del doctor García el Perú haya descendido en varios indicadores de productividad y competencia.

Según su particular visión de la economía el ministro cree que se gana en competitividad siendo veloz en dar licencias para la apertura de negocios. No es así.

El reporte Doing Business del Banco Mundial tiene como objetivos indicar sobre el manejo de los países en relación a dos tipos de datos. Uno, la revisión de las leyes y regulaciones y dos, los indicadores de tiempo y movimiento que miden la eficiencia en alcanzar un objetivo legislativo (como por ejemplo otorgar identidad legal a una empresa). Sin embargo estas dos tipologías no constituyen por sí solas en factores que incrementen la Competividad. El mismo reporte Doing Business lo dice (pág. VI):


Doing Business no mide todos los aspectos del entorno empresarial que interesan a las empresas o inversores, ni todos los factores que influyen en la competitividad. Por ejemplo, no analiza la seguridad, la estabilidad macroeconómica, la corrupción, la capacitación laboral de la población, la fortaleza subyacente de las instituciones o la calidad de la infraestructura. Tampoco se centra en las regulaciones que específicamente regulan la inversión extranjera.
Doing Business no cubre todas las regulaciones ni todos los objetivos de la legislación de una economía. A medida que las economías y la tecnología evolucionan, se están regulando más áreas de la actividad económica. Por ejemplo el cuerpo normativo de la Unión Europea (el acervo legislativo) ha aumentado hasta alcanzar en la actualidad al menos 14.500 normas.
Doing Business estudia la regulación relativa a tan sólo diez fases de la existencia de una empresa a través de diez grupos específicos de indicadores.


Nuestro país ha descendido en el índice Doing Business 2009 del puesto 53 al 62 es decir ha caido nueve posiciones. Lo mismo ha sucedido en nuestros indicadores de Competitividad en donde se ha caído del puesto 78 que ocupábamos en el 2006 al puesto 83 (con una recuperación de tres puntos después de haber caido al puesto 86 en el 2007) según la página 287 del reporte.


Las intenciones del ministro, al cuarto año del gobierno, pueden ser buenas. Pero nuestro país ha perdido competitividad y no por licencias lentas o inoportunas, según el enfoque equivocado del ministro Carranza, sino por lo siguiente:


1. Pérdida de institucionalidad.

2. Corrupción.

3. Fortalecimiento del Sol.

4. Delincuencia organizada y narcotráfico.

5. Pésima regulación laboral.

6. Baja calidad de la infraestructura.

7. Pésima calidad de la educación.

8. Propiedad intelectual indefensa.

9. Pésima calidad de las políticas públicas.

10. Gobierno imprevisible.
11. Órganismo reguladores ineficientes.
12. Alto costo del crédito.

13. No hay innovación.

14. No hay indicadores de ciencia y tecnología.
15. Falta de una masa crítica de profesionales de primer nivel.
16. Administración pública de bajo nivel técnico.
17. Vocación por la coyuntura y el corto plazo.
Etcétera, etcétera. El problema de la competitividad es complejo. No es simple como pretende hacernos creer el ministro Carranza.


Imaginemos que Juana obtiene una licencia rápida y así puede tener un negocio de quesos exitoso en Huancayo, con órdenes a firme de exportación a los Estados Unidos. Embala sus productos y los envía en un camión a embarcarlos al Callao. Una huelga o un huayco o un asalto impiden que el camión llegue a puerto. Infraestructura, leyes laborales, deficiencia en diseño de vías de comunicación o la delincuencia pueden hacer que un negocio se derrumbe. Esas son, entre otras cosas, situaciones que afectan la competitividad. Y en ellas el gobierno no ha hecho nada meritorio. El despilfarro de recursos nos ha conducido a una penosa situación.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

¿Qué nos quiere vender el señor ministro? ¿cree que todos somos ignorantes?