Imagine la siguiente situación en el futuro cercano:
El paciente llega al hospital aquejado de dolores en el pecho. Deja su microlápiz de memoria o su mp3 al médico y éste descarga en el ordenador datos del genoma de esa persona (seis gigas de información en conjunto) para analizar los genes que se saben relacionados con la dolencia cardiovascular e identificar la anomalía que afecta al paciente. Una vez diagnosticado, se le trata con un fármaco eficaz para esa dolencia y ese tipo de perfil genético. En muchos casos, antes de sufrir los dolores, el paciente conocerá su predisposición a la patología cardiaca y podrá hacer prevención. Parece ciencia ficción, pero es el diagnóstico médico de los próximos años.
Que no nos parezca extraña esta situación. Los avances de la ciencia son en realidad espectaculares. El componente técnico está muy presente en el diagnóstico médico y su complemento cibernético minimizará las posibilidades de error humano por algún tipo de subjetividad.
Puede continuar leyendo sobre el tema a continuación:
No hay comentarios:
Publicar un comentario