Como decía en un post anterior y anoche en RPP, el gobierno está sobrerreaccionando para dar la imagen de eficacia y control ante un Paro que en Lima es inexistente porque nadie ha convocado a un Paro.
Esta sobreactruación del gobierno obedecería a fines menos loables que el control de la tranquilidad ciudadana. El objetivo sería una vez más la distracción mientras el dilecto amigo del presidente Alan García, Rómulo León se va a su casa a gozar de las comodidades dignas de un aprista acostumbrado a gozar los resultados de un faenón. Esta mañana lo estarían sacando de San Jorge para conducirlo a uno de sus domicilios sanisidrinos.
No nos debe extrañar. Ninguno de los sujetos involucrados en los petroaudios ha sido sancionado ni purga condena ni está siendo investigado fehacientemente. Todo gracias a un Poder Judicial que da vergüenza, un Congreso a la medida del festín de la cosa pública, una Contraloría poblada por amigos o parientes y ciertos medios de comunicación que se dedican a desinformar para así poder manipular.
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