Leo con mucha pena la noticia que nos traen los medios sobre el fallecimiento de Enrique Congrains Martín en Bolivia. Hay varias razones que justifican mi pesar. Desde mi niñez, a raíz de un premio escolar, tuve acceso a la lectura de los libros de cuentos de Enrique Congrains. Luego, a los 8 años, tuve la oportunidad de estudiar con su hijo Alfredo, quien llevaba un segundo nombre, poético, que nuestros ímpetus infantiles no sabían captar en toda su esencia: Azul.
Enrique Congrains se merece homenajes literarios dignos de un escritor como él. Más aún cuando hasta el cine peruano fue impulsado con una obra ligada a él, "Maruja en el infierno".
Enrique Congrains, que las musas de los cielos, te den la acogida que mereces y que la ingratitud de los peruanos no te supimos dar.
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