Nos extraña el silencio del Cardenal Juan Luis Cipriani ante el despropósito del alcalde Luis Castañeda Lossio de limitar a los fines de semana los cultos procesionales que son parte de nuestra rica tradición católica. Nos extraña porque el Cardenal Cipriani sabe muy bien que la religiosidad popular es el camino que nos llevó -a los católicos- a la liturgia, es decir nació gracias a ella. Y aún más, es la religiosidad popular la que mantiene vigente a la Iglesia católica, de allí que diversos papas se han expresado a favor del respeto al culto básico del pueblo, la religiosidad popular.
El avance de otros cultos se ve limitado así por la fuerza de la tradición. Romper con ella es debilitar a la Iglesia Católica y al patrimonio cultural de la Nación.
Se equivoca una vez más el alcalde Luis Castañeda Lossio. Más bien habría que reclamarle al señor alcalde porqué es que las obras no se aceleran trabajando de noche como se hace en otras ciudades de América Latina. ¿Por qué las vías que se cierran durante el día para que los camiones de construcción llenen techos y columnas no trabajan en horario nocturno como se estila en otros lares vecinos?¿Porqué las obras de construcción a cargo de la municipalidad no trabajan los fines de semana para evitar el caos vehicular que generan trabajando de Lunes a Viernes? Por lo visto para el alcalde de Lima lo último son los vecinos de la ciudad.
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