jueves, 25 de junio de 2009

Yehude Simon: entre la agonía y el éxtasis

La agonía es lucha nos recordaba Unamuno al inicio de "La Agonía del Cristianismo". Y eso es lo que viene haciendo Simon, luchando, agonizando, peleando por permanecer en el gabinete ministerial a como de lugar.
En esa pretensión, el premier está hipotecando el futuro del país: está postergando conflictos, pateando soluciones, firmando actas que, de seguro, comprometerán al país en pocos, poquísimos meses. A Simon ello pareciera no interesarle, mas bien sí salir por una supuesta puerta grande, una que él sólo ve en su imaginación.
Si Yehude no es censurado, su ceguera lo colocará al borde del éxtasis. Pero no de aquel estado que brota como consecuencia de la contemplación, sino del éxtasis que nace de la droga efímera, pasajera, que luego de un momento de escape vuelve al drogado a la realidad. Una realidad que se mete al Congreso por la ventana y los Pasos Perdidos y que anuncia marchas el día de hoy, paros el día martes, conflictos en Puno, huelgas en pocos días, es decir el desorden total, fruto de la incompetencia, de la improvisación.
El país asiste pues a la última actuación de un gabinete que murió de incompetencia. El anterior cayó por corrupción. Una penosa diferencia.
Así está el país. Inmerso en innecesarias pérdidas de tiempo, a la cual se llega en parte por el apoyo de los comentaristas por encargo y también por el papel que juegan los medios que cambian de posición como la veleta, al ritmo del viento que sopla de la presión presidencial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido totalmente con lo afirmado en tu comentario Juan, adicionalmente creo que se han tomado demasiados riesgos y jugado mal las posibilidades de este gabinete, lo que ha costado las vidas de decenas de peruanos que, de no ser por la incompetencia de este gabinete; aún estarían vivos.
Pero creo que aparte de la incompetencia el otro ingrediente de este gabinete es la Soberbia, para no reconocer que se han equivocado, que metieron la pata, que no supieron que hacer, soberbia que se manifiesta en las declaraciones de la ministra de Comercio Exterior y en el cargamontón que realizaron contra la ex-ministra de la mujer, quién fue la única persona con la decencia suficiente para renunciar.
Al final pues tenemos más de lo mismo, un gabinete entero que juega el papel de sewcretario del presidente.
Veremos que nos trae el futuro.....

Richard Del Rosario.
rdelrosar@gmail.com