Ni el cáncer ni el sida...la gangrena

La reciente edición de Caretas nos confirma que detrás de la intervención estatizante de Panamericana TV estuvo el gobierno de Alan García.

Por un lado, en una nota que nadie firma (por razones obvias), Caretas hace suya la versión palaciega de que el ingreso a Panamericana TV fue para evitar el ingreso de Ernesto Schütz. No constituye novedad lo cual es lamentable para una revista del prestigio de Caretas, acostumbrada a las primicias de nota. Desde la toma de Panamericana TV, periodistas amigos del gobierno como Philipe Butters indicaban, ya desde el Martes, que ese habría sido el motivo. Caretas, por tanto, llegó segunda a la difusión de la versión gobiernista.

Pero en la misma revista, páginas adelante, Gustavo Gorriti relata como fue que recibió la llamada de un político aprista, quien le dio la versión, que el APRA se encargó de dictar a los medios, que la toma del Canal 5 era para evitar la entrada de Ernesto Schütz. "¿No te parece bien esa decisión?" dice Gustavo que preguntó el mensajero aprista.

Con estos relatos se confirma, sin dudas, la abierta intervención del gobierno en un asunto que estaba en manos del Poder Judicial. El pretexto, burdo por cierto, de querer evitar la entrada del prófugo Schütz, no es nada más que eso, un pretexto. La mejor respuesta a la versión alanista la da Augusto Álvarez Rodrich en su columna. Hay un deseo abierto de apropiarse de la señal de Panamericana. Televisión Azteca a través de la Universidad San Martín estaría tras eso.

Al final Panamericana TV no quedaría entre el cáncer o el sida, entre Genaro o Schütz, sino caería en manos de Alan García, la gangrena, que pudre el tejido institucional de nuestro país.

Por que ese es el asunto de fondo, cómo el presidente Alan García utiliza las instituciones del Estado para sus propósitos partidarios o personales. Genera esperanzas en su discurso para hacernos creer que las políticas públicas son para el bienestar ciudadano cuando no es así sino esconden vulgares negocios.

El Perú no merece esto.

Por otro lado se dice que Alejandro Toledo sería el responsable de no haber licitado las señales de los canales corrompidos por el fujimontesinismo. Casualmente fue Caretas quien destapó la eventualidad de la licitación de las señales tras lo cual se formó un gran escándalo mediático que obligó al presidente Toledo a no iniciar tal medida. Los periodistas que hoy reclaman por esa falta de coraje tampoco la tuvieron en su momento pues no salieron al frente a apoyar esa medida, democrática desde cualquier ángulo, que algún día tendrá que volverse a evaluar pues tenemos la peor televisión del continente.