¿Para qué se aferran a sus cargos si no quieren asumir responsabilidades? Realmente es penoso el espectáculo que vienen brindando los miembros del gabinete de Yehude Simon que se niegan a asumir su responsabilidad o que la trasladan a miembros de menor nivel jerárquico, sin medir las consecuencias de estos actos.
Es el problema de tener ministros mediáticos, preocupados de su imagen, con aspecto de dureza que esconde gran debilidad. Así son en su gran mayoría los ministros de Alan García y el mismo presidente. Requieren del apoyo de los medios de comunicación y del silencio de la oposición pues son conscientes de su incapacidad.
Los ministros mediáticos opinan generalidades y se convierten en comentaristas de lo que pasa. No se dan cuenta que ellos están en sus puestos para administrar y no comentar. Cuando están en problemas no dudan en evadir su responsabilidad y trasladársela al de rango inferior o echarle la culpa al gobierno anterior. Aún más se la pasan dando órdenes a sus equipos de prensa o llamando ellos mismos, como algunos amigos me lo han comentado, para tratar de orientar la opinión en su favor.
Los ministros mediáticos abundan en este gobierno. Los ha habido desde presidentes del consejo de ministros hasta ministros del interior, economía, comercio o defensa. Todos ellos son hábiles ante las cámaras, sobre todo si estas son sumisas, pero los hechos los sobrepasan y al final termina saliendo a flote su falta de capacidad.
En estos momentos el conflicto se está agudizando. Ha pasado de lo focalizado a lo generalizado. Los ministros de Alan García han dado su cuota en este embrollo quitándole respaldo político a las fuerzas armadas y policiales. El aeropuerto de Andahuaylas está tomado. La carretera Chanchamayo, Satipo también con lo cual peligra el abastecimiento en Lima. Amazonas, san Martín y Loreto no desean dialogar con estos ministros y los ministros se dedican a trasladarse las culpas, dando un penoso espectáculo y confirmando su inoperancia. Al igual que hace 50 días la prensa mayoritariamente juega al avestruz, pues no informa de la toma de carreteras y de aeropuertos, con lo cual contribuye con su granito de arena al caos generalizado.
Pero no están sólos en esta inoperancia. Los partidos de oposición en el Congreso son incapaces de censurarlos o de denunciar los manejos abusivos de la Mesa Directiva. Con todo ello no se dan cuenta que se están convirtiendo en cómplices en la gestación de una crisis de gobernabilidad de proporciones con consecuencias imprevisibles.
2 comentarios:
Este gobierno empieza a no ser reconocido por la población, dentro de poco aparecerá uno paralelo
Estimado Juan,solo te tengo que decir una cosa:
Que se puede esperar de este gobierno de las apariencias?
Felicitaciones por tus notas y sigue asi,
tu amiga Katerine
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