La crisis financiera que sacude al Mundo ha originado que los países más desarrollados diseñen planes de retorno para aquellos inmigrantes que han pasado a engrosar las filas de los desocupados. De estos planes el más conocido es el español que ayuda a los inmigrantes a retornar a sus países, con documentación en regla, boletaje en avión y en algunos casos una módica suma de subsistencia. Como el desempleo (el paro) está en aumento en España, al igual que en Estados Unidos y Japón, los primeros afectados son los ciudadanos extranjeros que apostaron a vivir en estos lugares. Al acabarse el motivo por el cual viajaron, bienestar y empleo, prefieren regresar a sus países de origen, en lugar de someterse a los problemas de incomprensión, malestar y falta de trabajo que hoy en día afectan a la masa que no dudó en cruzar el oceáno en busqueda de felicidad.
Los ciudadanos que más se están acogiendo a esta política de retorno (Plan de Retorno) son ecuatorianos, argentinos y colombianos nos informan las noticias. No aparecen en las estadísticas los peruanos, no porque la estén pasando bien, sino porque en la práctica han sido abandonados por la cancillería peruana, la embajada no les da información sobre planes de retorno, no porque el embajador José Luis Pérez Sanchez Cerro no quiera atenderlos, sino porque simplemente no sabe cómo atenderlos, porque en el Perú, el gobierno del señor Alan García, tan abocado a distracciones y teletones que son celebradas por sus aúlicos como si fueran gran cosa, no han diseñado políticas públicas para el retorno de miles de compatriotas que ya están sufriendo el problema del desempleo o la quiebra de sus negocios.
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