BANQUETE DE MEMORIA HISTÓRICA EN LA CASA BLANCA (ABC ESPAÑA)
Dentro del anticipado, cuidado y coreografiado cambio de gobierno en Estados Unidos -que se materializará en cuestión de doce días-, el presidente George W. Bush ha actuado ayer como anfitrión de un histórico almuerzo con Barack Obama y el exclusivo club de todos los ocupantes del despacho oval que todavía viven para contarlo: Jimmy Carter, Bush padre y Bill Clinton. En esta versión americana de la memoria histórica, la hermandad presidencial ha podido conversar a puerta cerrada sobre sus respectivas experiencias como máximos responsables ejecutivos de Estados Unidos
Como ha reconocido Dana Perino, la actual secretaria de Prensa de la Casa Blanca, "a todos nosotros nos hubiera encantado convertirnos en moscas en la pared para escuchar esas conversaciones". Entre sonrisas, el actual presidente, el futuro presidente y los tres ex presidentes -con índices de popularidad mayores que cuando terminaron sus respectivos mandatos, según los últimos sondeos de la CNN- han posado para una foto de libro de historia. Retrato que la persistente lluvia de ayer en Washington impidió hacer en la rosaleda de la mansión ejecutiva.
La idea de este encuentro sin muchos antecedentes, centrado en una comida de hora y media, ha sido atribuida a Barack Obama y materializada por el presidente Bush. En un alarde de buenas formas políticas, Bush ha llegado a desear éxito al que será su sucesor a partir del 20 de enero. Además de recordar que la presidencia de Estados Unidos s un puesto que "trasciende al individuo".
En este singular espectáculo institucional, Obama ha agradecido a Bush el detalle del almuerzo. Sin dejar de recordar que "todos los caballeros aquí presentes conocen las presiones y las posibilidades de este puesto; por eso me resulta extraordinario tener la oportunidad de obtener de estos individuos consejo, buen asesoramiento y hermandad". La última vez que cinco presidentes de Estados Unidos tuvieron la oportunidad de congregarse fue en el 2004 durante los funerales de Ronald Reagan.
Del terreno de lo simbólico a los privilegios ejecutivos, Barack Obama ya viene recibiendo desde hace semanas todos los informes diarios que los servicios de inteligencia de Estados Unidos elaboran para la Casa Blanca. Además, la Administración Bush ha insistido en compartir una serie de planes de contingencia con el equipo de Obama en caso de que la transición de poderes coincida con una emergencia o gran crisis.
El excelente artículo que ha publicado The Guardian, Take Five: Day (all) the presidents did lunch lo pueden leer aquí.
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