Recuerdan cuando Alex Kouri en memorable video le decía a Vladimiro Montesinos que "el negocio está en el peaje", igual podríamos parafrasearlo ahora para deducir que el negocio está en la construcción.
¿Por qué? Porque de lo contrario no habría explicación en los continuos cambios de objetivos del señor Alan García. En declaraciones matutinas de hoy ha aseverado que "el jamás habló de vender" pero sí de ver que uso se le da a los "terrenos sin uso" del Cuartel General del Ejército.
Coincidiendo con Jaime de Althaus, habló de la construcción de un gran centro de convenciones, como si las convenciones u olimpiadas fueran cosa de todos los días. Es obvio que el afán es por construir, pues allí estáel negocio.
En este blog indicamos que el pase de Hernán Garrido Lecca al sector Salud obedecía simplemente al afán de construir de este gobierno, en ese caso en los terrenos que se usaban como jardines en los clásicos hospitales del Estado. Lo mismo sucede en ESSALUD, en donde el problema no es la cobertura pues en todas partes hay hospitales, sin embargo se insiste en construir. El Ministerio de Educación, del socio de Hernán Garrido Lecca, José Antonio Chang, también ingresó en el afán inmobiliario a tal punto que vendió inutilmente su edificio y en la actualidad el Ministerio de Educación se encuentra desperdigado en varios estamentos públicos perdiendo eficacia operativa.
La construcción es el oficio favorito de los autócratas. Le encantaba a Fujimori y a sus ministros Camet y Pandolfi. Se construía colegios en todas partes aún en aquellos sitios donde no había alumnos ni profesores. La construcción le encantaba a Montesinos, de allí Luchetti y el Peaje al cual recordábamos líneas arriba.
La construcción también fascina a Alan García. Por algo será. En medio de esto pasa desapercibida la denuncia que hizo Juan Carlos Tafur en el programa de César Hildebrandt hace ya un tiempo, en el sentido que empresas constructoras tienen en sus responsabilidades de pago a distinguidos periodistas, asunto que no fue desmentido ni respondido hasta la fecha.
Así que lo que le interesa al gobierno es "construir". Igual que al alcalde Luis Castañeda Lossio, así no existan planes ni programas. En ese objetivo, de construir por construir, salta otra hipocresía del gobierno, la de la preocupación por la niñez. La hipocresía vive un momento estelar en el gobierno de Alan García. El presidente lee la Biblia preocupándose por los niños y en paralelo desea vender el Puericultorio Pérez Aranibar, hogar de cientos de niños que no tienen padres ni madres ni familias que los acojan. Quiere vender el hogar de los niños desamparados y enviarlos a un arenal en el Sur de Lima. Esta es la denuncia que el día de hoy hace en La República Monseñor Luis Bambarén. Por los niños ¿habrá vigilia y habrá microondas? No lo se. Los niños no tienen el dinero ni el poder de los vecinos de Chacarilla o los altos mandos militares.En todo caso en este blog estaremos atentos, como lo estamos desde hace varios meses en el caso del Pentagonito, para evitar esta serie de atropellos contra los que menos tienen. La degensa del Hogar de centenas de niños sí merece una gran movilización nacional.
¿Por qué? Porque de lo contrario no habría explicación en los continuos cambios de objetivos del señor Alan García. En declaraciones matutinas de hoy ha aseverado que "el jamás habló de vender" pero sí de ver que uso se le da a los "terrenos sin uso" del Cuartel General del Ejército.
Coincidiendo con Jaime de Althaus, habló de la construcción de un gran centro de convenciones, como si las convenciones u olimpiadas fueran cosa de todos los días. Es obvio que el afán es por construir, pues allí estáel negocio.
En este blog indicamos que el pase de Hernán Garrido Lecca al sector Salud obedecía simplemente al afán de construir de este gobierno, en ese caso en los terrenos que se usaban como jardines en los clásicos hospitales del Estado. Lo mismo sucede en ESSALUD, en donde el problema no es la cobertura pues en todas partes hay hospitales, sin embargo se insiste en construir. El Ministerio de Educación, del socio de Hernán Garrido Lecca, José Antonio Chang, también ingresó en el afán inmobiliario a tal punto que vendió inutilmente su edificio y en la actualidad el Ministerio de Educación se encuentra desperdigado en varios estamentos públicos perdiendo eficacia operativa.
La construcción es el oficio favorito de los autócratas. Le encantaba a Fujimori y a sus ministros Camet y Pandolfi. Se construía colegios en todas partes aún en aquellos sitios donde no había alumnos ni profesores. La construcción le encantaba a Montesinos, de allí Luchetti y el Peaje al cual recordábamos líneas arriba.
La construcción también fascina a Alan García. Por algo será. En medio de esto pasa desapercibida la denuncia que hizo Juan Carlos Tafur en el programa de César Hildebrandt hace ya un tiempo, en el sentido que empresas constructoras tienen en sus responsabilidades de pago a distinguidos periodistas, asunto que no fue desmentido ni respondido hasta la fecha.
Así que lo que le interesa al gobierno es "construir". Igual que al alcalde Luis Castañeda Lossio, así no existan planes ni programas. En ese objetivo, de construir por construir, salta otra hipocresía del gobierno, la de la preocupación por la niñez. La hipocresía vive un momento estelar en el gobierno de Alan García. El presidente lee la Biblia preocupándose por los niños y en paralelo desea vender el Puericultorio Pérez Aranibar, hogar de cientos de niños que no tienen padres ni madres ni familias que los acojan. Quiere vender el hogar de los niños desamparados y enviarlos a un arenal en el Sur de Lima. Esta es la denuncia que el día de hoy hace en La República Monseñor Luis Bambarén. Por los niños ¿habrá vigilia y habrá microondas? No lo se. Los niños no tienen el dinero ni el poder de los vecinos de Chacarilla o los altos mandos militares.En todo caso en este blog estaremos atentos, como lo estamos desde hace varios meses en el caso del Pentagonito, para evitar esta serie de atropellos contra los que menos tienen. La degensa del Hogar de centenas de niños sí merece una gran movilización nacional.
Columna de Monseñor Luis Bambarén: ¡ Salvemos el Puericultorio !
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