Una Lima más horrible recibe a funcionarios del APEC

Lima marcha a pasos agigantados a convertirse en una de las ciudadaes más horribles del mundo. El proceso de destrucción del patrimonio urbano va viento en popa. Una falsa modernidad justifica atropellos contra los otrora lugares más hermosos de la capital. El último de los atropellos es la destrucción del Paseo de los Héroes Navales, conjunto arquitectónico que tenía en el Monumento a Grau, en sus esculturas y en la fachada del Palacio de Justicia sus máximos exponentes. Hoy como si no existiera en el país un Colegio de Arquitectos o expertos en desarrollo urbano todo ello se ha destruído. El alcalde Luis Castañeda Lossio una vez más es el culpable.

Lima, es indudable, se ha empobrecido culturalmente. Sus falsas élites tienen como referente de buen gusto las luces de neón de un norkis o el bulevar de Asia. Permiten atropellos como el que estamos viviendo en el Paseo de los Héroes Navales. Es la Lima del buen Tongo y de Magaly, que se enorgullece de Castañeda.

La fachada del Palacio de Justicia hoy se encuentra semi oculta entre unas horribles chimeneas, que demuestran el desprecio de los constructores por el espacio urbano.
Luis Castañeda Lossio es un alcalde dedicado a empobrecer la ciudad. Sin ningún respeto por las futuras generaciones ha cometido un atropello contra un espacio que, tengan la seguridad, no habría sucedido en Quito, Santiago o Bogotá.

Sin embargo hay voces sensibles que sí se muestran indignadas. Una de ellas es Élida Román cuyo artículo reporducimos a continuación . Si desean ver la foto en PDF de la monstruosidad que ha perpetrado el alcalde en el otrora Paseo delo Hérores Navales pueden hacerlo aquí.
Imperdonable, Sr. Castañeda

Por Élida Román

Toda gran ciudad se renueva, impulsada por el crecimiento demográfico y la problemática que conlleva. Pero también es necesario preservar ciertos rasgos que han formado su identidad, le han otorgado carácter y han contribuido al perfil de una etapa. Lo que acaba de ocurrir con el Paseo de la República, en el espacio que ahora es techo para la futura estación central de un sistema de transporte aún inexistente, constituye uno de los últimos despropósitos urbanísticos a cargo de la municipalidad que comanda el señor Castañeda. Circunscrito en los extremos por el monumento a Miguel Grau y el edificio Rímac, el nominado --desde hace pocas décadas-- Paseo de los Héroes Navales no es una plaza abierta destinada a recreación o descanso, sino un amplísimo espacio que crea el entorno adecuado para un edificio monumental (Palacio de Justicia) En lo que fue área bien diseñada para esta función, ahora tenemos un remedo, 'intervenido' o, más bien, invadido, por cuatro enormes torres de ventilación, a las que ya el público, con acierto, ha bautizado 'palomares'. Cuatro son estos monstruos enemigos del diseño, dispuestos como vértices de un cuadrado, donde una gran fuente circular de concreto, seguramente destinada a mostrar algún enorme chorro de agua, queda encerrada en un espacio estrecho, donde sus mismos 'vigilantes' cortan toda visibilidad completa. Se han vuelto a instalar los muros curvos con balaustres, que protegían bancas, pero con extremos de reciente realización, y aparecen algunas esculturas, como anunciando el espectáculo futuro del agua. Nos sorprende, en un extremo, un miniobelisco a modo de elemento funerario. Para completar, unas barandas con varillas metálicas, completando esta miscelánea de mal gusto, chabacanería y destrucción de un espacio. Se sabe que un proyecto como el de la estación subterránea necesita de un sistema de ventilación, pero, tal como sucedió con el proyecto del parque Salazar, nadie se atrevió a mostrarlo en las maquetas o advertir que sería necesaria su presencia. Desconozco cuál sería una solución técnica que tomara en cuenta el ornato urbano, aunque presumo su existencia, pues en casi todas las grandes ciudades el problema ha sido resuelto sin estas desgraciadas novedades. Y si se trataba de tener que incorporar estos elementos, ¿por qué no tomar la decisión de un planteo absolutamente renovado y moderno que respetara elementales principios de diseño, guardara coherencia propia y no perturbara el conjunto? ¿Faltó audacia o sobró ignorancia? ¿Dónde está el INC y su función de protección del patrimonio? ¿O se piensa que este ambiente urbano no correspondía a esa categoría? Esperemos se tome la sabia decisión de volver a instalar el muro que ocultaba esto, pensando en las visitas.