Este es el nivel de los ministros de Alan García

¿Quién es el culpable que personas que han demostrado absoluta incompetencia en el cargo permanezcan en sus puestos? ¿Cuál es la razón fundamental para que Alan García ratifique una y mil veces a un par de funcionarios que le generan, también una y mil veces, sendas crisis y rechazos?
Hernán Garrido Lecca y Verónica Zavala tienen muchas cosas en común. Se aferran a sus cargos. Han demostrado incompetencia. Son parte de le escuelita de Gobernabilidad de Alan García. Y dejan muy mal parada a la Escuela de Gobierno John Kennedy de Harvard de la cual tanto Garrido Lecca como Zavala son egresados.
Ambos demuestran que de nada vale tener una gran cantidad de títulos si es que no se tiene ni un ápice de ética. Los valores por los suelos. Ese parece ser el símbolo de los gabinetes de Alan García.
Se de buena fuente cómo empresarios hablan de sus contactos con Hernán Garrido Lecca a quien califican de travieso y dispuesto a contactarlos con sus amigos Fernando Barrios o César Gutiérrez en ESSALUD o PETROPERÚ respectivamente. Esa actitud de entender al Perú como su "propiedad privada" es la que está causando que nuestro país se vuelva una vez más un ejemplo de informalidad y símbolo de prácticas cuestionables que nos avergüenzan ante la comunidad internacional.
El reciente audio del ministro Hernán Garrido Lecca, graduado en el MIT y en Harvard, muestra el real nivel de alguien que ya antes cuestionó a Alan García al cual ahora sirve incondicionalmente.
Pero en verdad no me sorprende esta actitud en un ministro de Alan García. Ya muchos han olvidado que el propio presidente García en uno de sus discursos cuestionó a un Congreso que permitía que sus parlamentarios se vayan al extranjero a operarse y a hacerse transfusiones de sangre en clara alusión a dos ex congresistas que padecieron muy difíciles momentos con sus respectivas enfermedades. Lo dijo quien sin ningún escrúpulo cobró casi un millón de soles en devengados. Claro que en ese momento, como ahora, muchos prefirieron el silencio, el silencio que nos hunde más y más en nuestra pauperización como sociedad.