Cuando no hay una oposición
consistente se pueden dar anuncios como los mencionados por el ministro del interior,
Daniel Urresti, sin que pase nada.
En reciente entrevista en "Gestión", el ministro Urresti ha señalado que “si algo le sobra al Ministerio
del Interior es plata”. Poco le faltó para decir que plata hay, lo que falta es
tiempo para gastarla. Pero más allá de la incontinencia verbal del ministro,
que sirve, entre otras cosas para generar la sensación epidérmica de mejora de
la seguridad ciudadana, lo llamativo del asunto es la naturalidad con el
ministro Urresti habla de compras, exoneración de trámites, compras sin
licitación y otras cosas extrañas como por ejemplo, que el ministro de economía
Luis Miguel Castilla, le haya aprobado todo lo que le ha pedido para el 2015,
sin que haya habido la discusión presupuestal en el Congreso de la República.
El ministro Urresti se lanza a
comprar sin que exista un plan que detalle objetivos y metas. Lo hará sin concurso
ni licitación. Y no hay planes porque de seguro la existencia de ellos nos
permitiría saber que las compras están alineadas a la estrategia, pero no, no
hay nada planificado y sin embargo se va a ingresar en una vorágine de gastos.
¿Qué piensa comprar Urresti según
lo declarado a Gestión?
Pues 4.200 patrulleros, sistemas
de comunicación y tres helicópteros M17, aparte de 10.000 computadoras que “ya
se están comprando” sin que haya habido
un proceso limpio, una licitación con todas las de la ley, un proceso según las
normas del gasto público.
El ministro ignora que las
compras sin licitación que se han hecho en periodos anteriores en que, como
ahora, no había fiscalización y el Ministerio del interior estaba en manos de personal
de las fuerzas armadas, generaron una corrupción gigantesca. El que abunde la
plata, según el ministro Urresti y que se le autorice todo tipo de gasto, como
lo hace Luis Miguel Castilla, me permite decir que estamos actuando con la
misma lógica que la que destruyó el país en los años 90.
Todo esto es muy lamentable. Por
un lado tenemos un ministro que, como Luis Miguel Castilla, exige planes y
detalles a gremios que, como el Poder Judicial quieren más recursos, y por otro
lado se los entrega sin que medie ningún tipo de exigencia al ministro del
interior Daniel Urresti. A esto se le llama despilfarro y en un país pobre como
el nuestro es un crimen, claro que todo esto se puede hacer cuando se tiene un
gobierno que como el de Ollanta Humala no tiene, al frente, una oposición.
Finalmente una nota anecdótica que
demuestra el desorden en que se desenvuelve el ministro Urresti. En la misma
entrevista donde dice que le abunda la plata para despilfarrarla dice que no
puede gestionar una solución a la modalidad del 24x24 que agobia a los policías,
es decir para el gasto irracional hay plata pero para resolver temas complejos,
no hay. Esta actitud resume, en todo su esplendor, el manejo en piloto
automático de este gobierno.
Juan Sheput
Artículo publicado en Exitosa Noticias
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