Inambari e HidroAysén: dos caras de la misma moneda
Un hecho por demás interesante
acaba de ocurrir en Chile en donde la presidenta Michelle Bachelet acaba de señalar que no se hará ninguna
hidroeléctrica en la región de Aysén, ubicada al sur de ese país, en una zona
muy rica en términos culturales y ecológicos.
El tema adquiere especial
importancia pues Chile es un país que sufre de déficit energético situación que
lo ha llevado a situaciones de conflicto con Argentina, y a mirar con llamativo
interés los proyectos energéticos gasíferos o hidroeléctricos que se
desarrollan en sus vecinos Perú y
Bolivia. Chile ha actuado con
gran responsabilidad y se constituye en un gobierno que se convierte en
referente para el Mundo pues hay coherencia entre la decisión política de
evitar que se construya la Hidroeléctrica de HidroAysén y lo prometido en campaña en un gesto que ha
sido resumido por su Ministro del Interior (en cierta medida equivalente a
nuestro presidente del consejo de ministros)
Rodrigo Peñailillo que señala que la decisión del gobierno de la señora
Bachelet demuestra que el gobierno cree
en el desarrollo sustentable y en el respeto de nuestro patrimonio cultural y
natural.
Estas son decisiones de gobierno
cuando hay políticos y partidos respetables que no temen enfrentarse al
pensamiento único que viene de sectores empresariales o de otros poderes
fácticos que desprecian la cultura, la naturaleza y la sostenibilidad. Si en
nuestro país se hubiera tomado una decisión así no tengo dudas que el débil
gobierno del presidente Humala hubiera retrocedido ante el vendaval mediático obligado
por las “circunstancias de reforzar nuestra matriz energética”.
A diferencia de Chile, en el
Perú, que tiene recursos energéticos en el gas y en las caídas de agua, se
pretende destruir una zona muy rica en biodiversidad como es la zona adyacente
al río Inambari que atraviesa las regiones de Madre de Dios, Cusco y Puno. No
importa los reclamos que se vienen haciendo. El gobierno sigue en tratativas a
espaldas de la población para así satisfacer las necesidades de energía no del
Perú sino del sur de Brasil. Es una situación vergonzosa que demuestra la
inutilidad del Ministerio del Ambiente y la sumisión de este gobierno al poder
económico foráneo.
Juan Sheput
Artículo publicado en diario Exitosa
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