Es por ello que nos interesa saber lo que dice Luis Alberto Moreno, presidente del BID a raíz de la crisis. En la siguiente entrevista habló sobre el impacto de la crisis en las economías de América Latina y el Caribe y lo que los países pueden hacer para atenuar sus consecuencias.
La entrevista la pueden leer a continuación:
1. ¿Cómo afectará la crisis a la región?
La crisis está reduciendo la disponibilidad de crédito en los países con economías emergentes y está reduciendo, al mismo tiempo, la demanda de materias primas, que son la principal fuente de exportaciones de América Latina y el Caribe. Nuestro sistema bancario, a pesar de su sólido marco regulatorio, también ha sido expuesto a la crisis, debido a la presencia de la banca internacional, que ha estado limitando sus préstamos a la región.
En consecuencia, el crecimiento económico de la región se verá afectado, traduciéndose en menos empleos y más personas bajo la amenaza de regresar a las filas de la pobreza.
2. ¿Cuánto más se puede incrementar la pobreza en la región?
Esa no es una pregunta simple. La respuesta dependerá del tamaño de la contracción en la producción y del tiempo que dure esa contracción. Si la crisis durara sólo un año y el crecimiento económico fuera de 1,1 por ciento ¿que es el escenario más reciente previsto por el Fondo Monetario Internacional¿, hasta 2,8 millones de personas podrían volver a caer este año en la pobreza en América Latina y el Caribe.
3. Pero parecería que la situación económica podría incluso empeorar...
Probablemente no hemos tocado fondo, pero también está en nuestras manos evitar que ocurra lo peor. Observemos las crisis previas que golpearon a América Latina para tener una mejor idea de qué es lo peor que pueda ocurrir.
De acuerdo con un estudio efectuado por nuestro departamento de investigaciones, desde la década de los 80 la región fue azotada por seis diferentes crisis financieras mundiales que causaron, en un promedio de dos años, la contracción del ingreso per cápita en 1,4 por ciento anual. Si usamos esta cifra como un escenario base, el impacto sobre la pobreza es dramático.
Hasta 12,7 millones de personas en la región podrían caer por debajo de la línea de la pobreza en el curso de los próximos dos años, lo que significa un incremento de 7 por ciento. El número de personas en situación de extrema pobreza podría aumentar en siete millones.
4. ¿Qué tipo de recomendaciones, en términos de políticas, puede usted dar a los países de la región?
Es esencial que los países usen el dinero sabiamente para asegurar que no se destruyan sus recientes avances en la lucha contra la pobreza. En los últimos cinco años, América Latina y el Caribe han hecho un excelente trabajo mejorando la solidez de sus economías y la calidad de vida de millones de personas.
Desde el 2003, unas 48 millones personas han superado la línea de pobreza. Necesitamos asegurar que esas ganancias no se pierdan. Es importante, por ejemplo, invertir en las redes de seguridad social, particularmente en los programas de transferencia condicional de efectivo, que aseguran la permanencia de los niños en las escuelas y un apropiado cuidado de salud.
Recientemente aprobamos un préstamo de 400 millones de dólares destinado al programa Oportunidades de México. Los países también deben invertir en infraestructura, porque estos proyectos no solamente estimulan la economía, sino que también aseguran el crecimiento futuro.
También necesitamos evitar el proteccionismo, que puede agravar la situación y destruir las relaciones comerciales. Es importante tener en cuenta que no existe ninguna alternativa que haya demostrado ser mejor que el comercio y la integración como vías de prosperidad y erradicación de la pobreza.
5. ¿Cuál es el papel del sistema multilateral durante la crisis?
Esta crisis ha demostrado que las instituciones financieras necesitan ser flexibles y tener la capacidad de adaptarse a un ambiente de cambio constante.
Hace apenas un año, las organizaciones multilaterales estaban explorando nuevas áreas a medida que los países iban ganando progresivamente un mayor acceso al crédito internacional. Es importante tomar conciencia de que los países en desarrollo van a tener una capacidad muy limitada para ejecutar políticas contracíclicas, tal como lo vemos en los países desarrollados.
En este momento, los países necesitan nuevamente nuestra ayuda y tenemos que ser ágiles en la satisfacción de sus crecientes demandas.
6. ¿Qué está haciendo el Banco para ayudar a los países a enfrentar la crisis?
El BID se ha estado asociando con diversos países para mitigar los riesgos actuales y prevenir que se produzcan las consecuencias negativas de la crisis.
El BID creó en octubre 2008 un fondo de liquidez de emergencia por 6.000 millones de dólares para proveer financiamiento para los bancos de la región a fin de que puedan continuar otorgando préstamos a las empresas. Costa Rica, El Salvador y Jamaica ya han usado estos fondos.
También estamos reforzando nuestro diálogo de política con los países para maximizar la mejor distribución posible de nuestros recursos y tener el mayor impacto. Estamos comprometidos a incrementar nuestro financiamiento a la región.
7. Las inversiones del BID han sufrido el impacto de la crisis. ¿Cómo puede afectar esta situación a su política de préstamos?
Nuestros préstamos y operaciones no han sido mínimamente afectados. La crisis financiera mundial ha reducido los precios de mercado de varios tipos de valores y el BID no ha resultado inmune a esto.
Nuestra cartera de inversiones líquidas ha sufrido pérdidas el último año, mayormente no realizadas. Sin embargo, el BID mantiene su sólida posición financiera. Por ejemplo, más del 99 por ciento de los activos y valores respaldados por hipotecas que están en nuestra cartera continúan pagando capital e intereses, y más del 80 por ciento conservan su calificación en el más alto grado de inversión.
8. ¿Qué cantidad se propone prestar a la región este año?
Estamos realizando un enorme esfuerzo para incrementar nuestro financiamiento este año. En 2009, podríamos aprobar una cifra récord de hasta 18.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 millones procederían de nuestro capital ordinario y hasta 6.000 millones de nuestro fondo de liquidez para emergencias.
Estamos sosteniendo conversaciones con nuestros miembros sobre cómo incrementar nuestra capacidad de financiamiento para satisfacer la creciente demanda de nuestros países. Hemos creado una comisión especial para estudiar este tema y este grupo presentará sus conclusiones durante nuestra reunión anual. La región necesita un BID más fuerte y más grande, para ayudarla a enfrentar sus necesidades de desarrollo de largo plazo.
9. ¿Cuáles son sus expectativas para 2009?
Este año es un hito muy importante en la historia del BID. Estamos conmemorando nuestro 50° aniversario y China tomará parte por primera vez de nuestra reunión anual en marzo en Medellín, en su condición de miembro más reciente de nuestra institución.
Pero en lugar de hablar sobre la historia, debemos mirar hacia el futuro. Esta es una época difícil y la región va a necesitar un respaldo mayor por parte nuestra y de otras instituciones multilaterales dedicadas al desarrollo.
Debemos ser capaces de ofrecer efectivamente a nuestros países productos y servicios para enfrentar la crisis actual, mientras mantenemos a largo plazo nuestro enfoque en una agenda de desarrollo para la región.
Esta es la razón por la cual América Latina necesita hoy un banco sólido, no sólo para responder a este momento de incertidumbre financiera y desaceleración económica, sino también para superar los retos que plantea el desarrollo, las que no pueden posponerse más.
La crisis está reduciendo la disponibilidad de crédito en los países con economías emergentes y está reduciendo, al mismo tiempo, la demanda de materias primas, que son la principal fuente de exportaciones de América Latina y el Caribe. Nuestro sistema bancario, a pesar de su sólido marco regulatorio, también ha sido expuesto a la crisis, debido a la presencia de la banca internacional, que ha estado limitando sus préstamos a la región.
En consecuencia, el crecimiento económico de la región se verá afectado, traduciéndose en menos empleos y más personas bajo la amenaza de regresar a las filas de la pobreza.
2. ¿Cuánto más se puede incrementar la pobreza en la región?
Esa no es una pregunta simple. La respuesta dependerá del tamaño de la contracción en la producción y del tiempo que dure esa contracción. Si la crisis durara sólo un año y el crecimiento económico fuera de 1,1 por ciento ¿que es el escenario más reciente previsto por el Fondo Monetario Internacional¿, hasta 2,8 millones de personas podrían volver a caer este año en la pobreza en América Latina y el Caribe.
3. Pero parecería que la situación económica podría incluso empeorar...
Probablemente no hemos tocado fondo, pero también está en nuestras manos evitar que ocurra lo peor. Observemos las crisis previas que golpearon a América Latina para tener una mejor idea de qué es lo peor que pueda ocurrir.
De acuerdo con un estudio efectuado por nuestro departamento de investigaciones, desde la década de los 80 la región fue azotada por seis diferentes crisis financieras mundiales que causaron, en un promedio de dos años, la contracción del ingreso per cápita en 1,4 por ciento anual. Si usamos esta cifra como un escenario base, el impacto sobre la pobreza es dramático.
Hasta 12,7 millones de personas en la región podrían caer por debajo de la línea de la pobreza en el curso de los próximos dos años, lo que significa un incremento de 7 por ciento. El número de personas en situación de extrema pobreza podría aumentar en siete millones.
4. ¿Qué tipo de recomendaciones, en términos de políticas, puede usted dar a los países de la región?
Es esencial que los países usen el dinero sabiamente para asegurar que no se destruyan sus recientes avances en la lucha contra la pobreza. En los últimos cinco años, América Latina y el Caribe han hecho un excelente trabajo mejorando la solidez de sus economías y la calidad de vida de millones de personas.
Desde el 2003, unas 48 millones personas han superado la línea de pobreza. Necesitamos asegurar que esas ganancias no se pierdan. Es importante, por ejemplo, invertir en las redes de seguridad social, particularmente en los programas de transferencia condicional de efectivo, que aseguran la permanencia de los niños en las escuelas y un apropiado cuidado de salud.
Recientemente aprobamos un préstamo de 400 millones de dólares destinado al programa Oportunidades de México. Los países también deben invertir en infraestructura, porque estos proyectos no solamente estimulan la economía, sino que también aseguran el crecimiento futuro.
También necesitamos evitar el proteccionismo, que puede agravar la situación y destruir las relaciones comerciales. Es importante tener en cuenta que no existe ninguna alternativa que haya demostrado ser mejor que el comercio y la integración como vías de prosperidad y erradicación de la pobreza.
5. ¿Cuál es el papel del sistema multilateral durante la crisis?
Esta crisis ha demostrado que las instituciones financieras necesitan ser flexibles y tener la capacidad de adaptarse a un ambiente de cambio constante.
Hace apenas un año, las organizaciones multilaterales estaban explorando nuevas áreas a medida que los países iban ganando progresivamente un mayor acceso al crédito internacional. Es importante tomar conciencia de que los países en desarrollo van a tener una capacidad muy limitada para ejecutar políticas contracíclicas, tal como lo vemos en los países desarrollados.
En este momento, los países necesitan nuevamente nuestra ayuda y tenemos que ser ágiles en la satisfacción de sus crecientes demandas.
6. ¿Qué está haciendo el Banco para ayudar a los países a enfrentar la crisis?
El BID se ha estado asociando con diversos países para mitigar los riesgos actuales y prevenir que se produzcan las consecuencias negativas de la crisis.
El BID creó en octubre 2008 un fondo de liquidez de emergencia por 6.000 millones de dólares para proveer financiamiento para los bancos de la región a fin de que puedan continuar otorgando préstamos a las empresas. Costa Rica, El Salvador y Jamaica ya han usado estos fondos.
También estamos reforzando nuestro diálogo de política con los países para maximizar la mejor distribución posible de nuestros recursos y tener el mayor impacto. Estamos comprometidos a incrementar nuestro financiamiento a la región.
7. Las inversiones del BID han sufrido el impacto de la crisis. ¿Cómo puede afectar esta situación a su política de préstamos?
Nuestros préstamos y operaciones no han sido mínimamente afectados. La crisis financiera mundial ha reducido los precios de mercado de varios tipos de valores y el BID no ha resultado inmune a esto.
Nuestra cartera de inversiones líquidas ha sufrido pérdidas el último año, mayormente no realizadas. Sin embargo, el BID mantiene su sólida posición financiera. Por ejemplo, más del 99 por ciento de los activos y valores respaldados por hipotecas que están en nuestra cartera continúan pagando capital e intereses, y más del 80 por ciento conservan su calificación en el más alto grado de inversión.
8. ¿Qué cantidad se propone prestar a la región este año?
Estamos realizando un enorme esfuerzo para incrementar nuestro financiamiento este año. En 2009, podríamos aprobar una cifra récord de hasta 18.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 millones procederían de nuestro capital ordinario y hasta 6.000 millones de nuestro fondo de liquidez para emergencias.
Estamos sosteniendo conversaciones con nuestros miembros sobre cómo incrementar nuestra capacidad de financiamiento para satisfacer la creciente demanda de nuestros países. Hemos creado una comisión especial para estudiar este tema y este grupo presentará sus conclusiones durante nuestra reunión anual. La región necesita un BID más fuerte y más grande, para ayudarla a enfrentar sus necesidades de desarrollo de largo plazo.
9. ¿Cuáles son sus expectativas para 2009?
Este año es un hito muy importante en la historia del BID. Estamos conmemorando nuestro 50° aniversario y China tomará parte por primera vez de nuestra reunión anual en marzo en Medellín, en su condición de miembro más reciente de nuestra institución.
Pero en lugar de hablar sobre la historia, debemos mirar hacia el futuro. Esta es una época difícil y la región va a necesitar un respaldo mayor por parte nuestra y de otras instituciones multilaterales dedicadas al desarrollo.
Debemos ser capaces de ofrecer efectivamente a nuestros países productos y servicios para enfrentar la crisis actual, mientras mantenemos a largo plazo nuestro enfoque en una agenda de desarrollo para la región.
Esta es la razón por la cual América Latina necesita hoy un banco sólido, no sólo para responder a este momento de incertidumbre financiera y desaceleración económica, sino también para superar los retos que plantea el desarrollo, las que no pueden posponerse más.
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