miércoles, 3 de abril de 2013

Indulto a Fujimori y oportunismo


Un indulto contaminado por el oportunismo
Si se tendría que señalar quién es la persona que más ha perjudicado los intereses del fujimorismo en lograr el indulto de Alberto Fujimori no habría que buscar mucho pues  es el expresidente Alan García.  No sólo ensució las reglas del indulto otorgándolo a centenares de personas que no lo merecían, como es el caso de bandas enteras de narcotraficantes o casos emblemáticos como el de Enrique Crousillat,  sino que ahora ingresa al debate llevado por un oportunismo empujado por su afán de desviar la agenda mediática que tiene sobre él todos los reflectores por los hallazgos de la Megacomisión y  el destape periodístico  de la liberación de cuatrocientos narcotraficantes beneficiados por la gracia presidencial concedida, según propias palabras, única y exclusivamente por él.
La ciudadanía, tan susceptible políticamente, se da cuenta que lo que busca el expresidente García es desviar la atención. Para ello utiliza el recurso de la exigencia al presidente Humala de que se apresure en tomar una decisión respecto a la solicitud de indulto a Alberto Fujimori y que se defina sobre la eventualidad de una “reelección conyugal” (terminología de tan mal gusto como la desgastada “pareja presidencial”). Olvida el expresidente  cual ha sido su actitud respecto a estos dos temas. En relación al indulto, meció durante años a sus aliados fujimoristas, quienes de manera ingenua creyeron en los buenos oficios de  García. Y en cuanto a la señora Nadine Heredia el  Dr. García cree que hemos olvidado cuando en Noviembre del año pasado decía que la presencia de la señora Humala refrescaría la política nacional y sería una buena candidata. Luego en Enero, ante una pregunta de la destacada periodista Patricia Kadena, García reiteró que la primera dama sería una buena candidata ya que tiene el “fuego de la política”.
Pero las contradicciones de García no se limitan a su posición respecto a Nadine Heredia. También se extienden a su forma de pensar respecto a Alberto Fujimori y el indulto. Hace pocas semanas el Dr. García dijo que él no le daba lecciones al presidente Humala a través de los medios y pedía dejar en tranquilidad a Ollanta Humala para que tome una decisión. Ahora no hace ni lo uno ni lo otro. Le plantea exigencias al presidente a través de los medios y  se olvida de su petición de tranquilidad y alborota el ambiente solicitando que Humala tome una decisión. ¿Por qué ese giro tan evidente? Pues como es obvio, en el Dr. García hay preocupación ¿por qué? por lo que pueda pasar en la Megacomisión.
El fujimorismo debería entender que nada de bueno se puede sacar de una posición oportunista como la de Alan García pues lo único que ha logrado es contaminar el ambiente. En su afán de cambiar la agenda ha terminado perjudicando el petitorio del fujimorismo. Un oso, por más ternura que pretenda transmitir, no nos puede dar palmaditas en el hombro y mucho menos un abrazo. En ambos casos es letal, y lo hecho por García equivale a ser letal con el indulto.
Y el presidente Humala no tiene por qué ceder a exigencias de políticos desesperados en ejercicio o políticos convertidos en lobistas. Si el informe indica que no hay enfermedad terminal, pues no hay necesidad de fallar de manera inmediata. Y todo esto dicho con el mayor respeto por la familia del expresidente Fujimori que tiene que comprender que este es un tema en donde de por medio está qué queremos representar como Nación. Juan Sheput

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