Hace una semana, en
esta columna, indicábamos que para que el modelo autoritario (a) “estado de
derecho” funcione, era necesario que se anulen la independencia
de poderes y los derechos fundamentales.
Y lo visto en la última semana parece corroborar que el gobierno marcha
en esa dirección.
Al conocido
sembrado de pruebas para detener a personajes incómodos debemos añadir las
invocaciones públicas a la Fiscalía y al Poder Judicial para que actúen con “mayor firmeza”. No
contento con ello, el gobierno ha dado un paso más. En lo que constituye la evidencia
autoritaria de la semana nos hemos enterado que el presidente Humala se ha
reunido con directores de los medios de comunicación para solicitarles que
minimicen el mensaje opositor. Así como lo lee. Mirko Lauer, en su columna de
La República, hace mención a ello: “Antes
de partir a Europa Ollanta Humala invitó
a algunos dueños y directores de medios para comunicarles un desagrado
frente a la manera como estos vienen tratando a los personajes enfrentados al
gobierno. La idea es que esas figuras tienen demasiado cobertura lo cual
inclina la cancha política a su favor”.
Como acaban de leer, el presidente Humala ha pedido a los medios que no den espacio a los enfrentados
con su gobierno. Esta actitud deplorable ¿acaso ya no la hemos visto antes?
El dato aportado es
grave sin embargo ha sido rodeado de un silencio de parte de los actores que
deberían haberlo denunciado: los mismos medios. Esto demostraría que no han
aprendido nada de los nauseabundos años 90.
Y si de radicalismo se trata lo de hoy es un juego de niños comparado
con la consigna del APRA de querer destruir al gobierno de Alejandro Toledo,
cuestión que no pudo lograr siendo doblemente derrotada por el perúposibilismo
tanto en las urnas como políticamente.
En sentido contrario el presidente Humala no quiere que sus opositores
“radicales” hablen. Supongamos que en un arranque de dignidad, los medios de comunicación ignoraran el pedido
presidencial. Entonces ¿qué medida impulsará?
Es una señal de
nuestra pobre institucionalidad que tomemos a la ligera un gesto antidemocrático y autoritario. Pareciera que
el gobierno sólo quiere diarios y televisoras alineados con la posición
oficialista o radios financiadas por intereses económicos que se dedican a descalificar al adversario.
En dicho contexto la
actitud de la política es penosa pues calla. Ignora que el abuso,
envalentonado, juega en contra de los dóciles silenciosos. Si no lo cree piense
en qué otro momento de la última década un grupo de congresistas se ha quejado
de chuponeos promovidos por el gobierno.
El presidente
Humala no brinda declaraciones a la prensa pues no le gustan las preguntas
incómodas. Sin embargo sí convoca a los dueños de los medios para pedirles que
no den cobertura a la oposición frontal y hace un pedido para que no los traten
con tanta “benevolencia”. Veinte años después parece que volvemos a empezar.
Juan Sheput
Artículo publicado hoy en Diario 16
1 comentario:
DEFINITIVAMENTE SON SITUACIONES DIFERENTES.
SI ESO ES CIERTO, PARECIERA QUE OLLANTA QUIERE CONMINAR A LA PRENSA CON SOLO SUS PALABRAS, INVOCÁNDOLES PIEDAD, TIRÁNDOSE AL PISO PARA QUE LO DEJEN TRABAJAR, ES MUY INGENUO AL HACER ESO PÚBLICAMENTE, O A SECRETOS.
PORQUE LA PRENSA TAMBIÉN FORMA PARTE DE LA GRAN CORRUPCIÓN ENQUISTADA EN EL ESTADO, Y TIENEN UN PODER GRANDE QUE DESTRUYE O ENSALSA A QUIEN LE DE LA GANA.
20 AÑOS HAN PASADO Y LA PRENSA SIGUE IGUAL COMO SIEMPRE.
DESPUES DE 20 AÑOS LA ÚNICA DIFERENCIA ES QUE EL TÍO VLADI LOS GRABO Y PUSO AL DESCUBIERTO A GRAN PARTE DE MAFIOSOS, QUE DETRÁS DE LA PANTALLA O UNA PLUMA, QUIEREN MANEJAR A SU ANTOJO BAJO SUS INTERESES PERSONALES Y CREMATISTICOS A LAS POBLACIONES MAYORITARIAS EN EL PAÍS.
EL RESTO SIEMPRE HA SIDO IGUAL.
ATTE
FRANCISCO TORRES.
Publicar un comentario