domingo, 25 de septiembre de 2011

Salvaje asesinato en palco del Monumental Estadio de la U

La noticia es dramática por lo que representa. Que una turba de criminales y desadaptados irrumpa en la zona de los palcos para romper puertas, destruir enseres y golpear y asesinar a las personas es una noticia muy grave que demuestra el nivel de deterioro de la seguridad ciudadana y la forma como se está conduciendo este tema en el Ministerio del Interior.A los palcos van familias enteras, con mujeres y niños, lo mínimo que se le puede brindar (al igual que a cada una de las personas que acuden al estadio) es total seguridad, con planeamiento y previsión, que no ha habido. El Ministerio del Interior ha tomado el clásico a la ligera y ahí está el resultado, triste y lamentable.
Se sabe que los clásicos son violentos en la zona de tribuna por la pasión irreflexiva que despierta el fútbol. Y es por eso que se toman medidas con la debida anticipación. Lo que ha sucedido ayer con el asesinato de un joven hincha del Alianza Lima, de tan solo 24 años, demuestra que no hubo plan o que este fue insuficiente, que se tomó a la ligera y que no se supo prever las acciones de estos desalmados.
Al frente del Ministerio del  Interior hay un improvisado, el comandante en situación de retiro Oscar Valdés Dancuart. El señor Valdés Dancuart, tan amigo de las cámaras de televisión, de repente tiene cualidades como instructor (fue instructor del presidente Humala cuando este cadete) pero definitivamente no tiene ni experiencia ni conocimiento para estar al frente de la cartera del interior.
La seguridad ciudadana cada día anda peor. Se roba en todo el país. Hay bandas de extorsionadores y sicariato. Pero lo peor es la incapacidad para la previsión, para la anticipación. Lo del estadio de la U se pudo prever, y en ese hecho ha tenido culpa la Policía Nacional.
Los hechos lamentables, según Perú 21, son los siguientes:


Hincha de Alianza muere tras ser arrojado de palco en estadio

Testigos aseguran que barristas de Universitario lanzaron a muchacho en el Monumental. Policía logró a detener a cuatro de ellos, pero los liberaron al verse amenazado por una turba.
Autor: Iris Mariscal
Iba a ser una jornada de fiesta, de fútbol, una buena fecha para iniciar la semana de su cumpleaños. Pero unos criminales le arrebataron la vida a punto de cumplir 24 años y vestido con la camiseta que desde siempre honró. Walter Arturo Oyarce Domínguez, hincha del Alianza Lima, fue asesinado por una violenta barra de Universitario al término del Clásico que se jugó ayer en el Monumental.

Señaló como responsable a Marco Paredes, presidente de la Junta de Propietarios de palcos y tesorero de la ‘U’, pues conoce el problema desde 2008 y no ha tomado medidas correctivas.

PELEAS Y CRISIS. Alfonso Palao, socio de Universitario, declaró que en cada Clásico, los hinchas van preparados para atacarse y cuestionó que la Policía no haga nada por detenerlos.

Indignado por este hecho, Guillermo Alarcón, presidente del club Alianza Lima, indicó que pedirán el veto del estadio Monumental.

GRAVES LESIONES. El doctor Javier Correa, representante del Ministerio de Salud, indicó a Perú.21 que el joven fue trasladado por una ambulancia particular hasta el hospital de Vitarte. Lamentablemente falleció en el camino debido a que tenía hemorragia por una fractura encefalocraneana y traumatismos en diferentes partes del cuerpo, como pudieron ver algunos periodistas.

Tras ser amedrentados, los efectivos policiales perdieron el rastro de estas personas. Los agentes han pedido los videos de las cámaras de seguridad. Además, las personas que grabaron el ataque entregarán el material a la Policía.

Los agresores lo alzaron y lo arrojaron unos 20 metros hacia la tribuna. Los acompañantes de Oyarce alertaron inmediatamente a la Policía. Los agentes detuvieron a cuatro agresores, pero testigos señalaron que los liberaron al verse rodeados por la turba crema. Uno de los homicidas tendría el apelativo de ‘Ratón‘. 

Según la Policía, unas veinte personas de la barra llamada ‘La Causa’, de San Borja, se dirigieron hacia la tribuna sur con objetos punzocortantes y fierros. Los revoltosos rompieron la puerta a patadas e ingresaron a varios palcos destrozando todo a su paso y golpeando a cuanta persona se les cruzaba por el camino. Hasta que entraron al palco C-128, en el tercer nivel, donde se encontraba Oyarce Domínguez junto con ocho amigos.

El poco control policial interno fue aprovechado por un grupo de barristas que, armado con fierros y botellas de vidrio, ingresó a varios palcos y arrojó a este joven hincha hacia la tribuna. Las graves lesiones le causaron la muerte.



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