Seguro pensando en la próxima presentación del presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner, ante la representación nacional, Mario Huamán, dirigente de la CGTP, ha hablado de la necesidad de un “TLC hacia adentro”.
Contra lo algunos piensan, fue Eduardo Morón, de la Universidad del Pacífico, quien primero planteó la urgencia de hacer un conjunto de reformas estructurales, a las que llamó “TLC hacia adentro”, con el objeto de aprovechar las oportunidades que brinda un Tratado de Libre Comercio. Estas reformas abarcan desde la educación y la apuesta por ciencia y tecnología, hasta la inversión en infraestructura y la puesta en marcha de reformas estructurales en el plano laboral, tributación y el estado, entre otras.
En ese sentido es saludable la evolución del dirigente Mario Huamán. Una reforma laboral es imprescindible no sólo porque el Perú necesita ganar en competitividad sino porque su postergación está condenando a millones de compatriotas a un futuro sin servicios de salud ni pensiones por causa de una informalidad que llega ya al 80%. Ojalá que en coherencia con lo expresado Mario Huamán apoye la reforma laboral que plantea el Ministro Castilla y que tiene entre sus precedentes el esfuerzo realizado en el año 2005 por el suscrito y el entonces Ministro de Economía Fernando Zavala.
Si nuestro país ve con preocupación la aproximación de una nueva crisis económica es porque aún somos muy vulnerables. Nuestra alta dependencia de las exportaciones de minerales y la bajísima producción de bienes con niveles aceptables de valor agregado, conocimiento o tecnología, nos convierten en una economía sujeta a los vaivenes de los mercados internacionales. El modelo de crecimiento que tan buenos resultados nos ha dado en los últimos 15 años hoy es insostenible. Hay un déficit de tecnología en nuestro proceso productivo y, por supuesto, en innovación. Sabemos que solucionar esta deficiencia exige de planteamientos de mediano y largo plazo, que a pesar de las urgencias es necesario empezar.
No somos competitivos, según el Foro Económico Mundial, porque no alcanzamos un nivel apropiado de productividad. Y esta situación se debe a las falencias del sistema educativo, la calidad de la clase política, la debilidad de nuestras instituciones y una cultura lejana a la innovación. ¿Podemos revertir esa situación? Sí, con políticas públicas adecuadas y con el coraje efectivo y no retórico de promover una gran transformación.
Nuestro país requiere ser atractivo para las inversiones y por ello debemos mejorar en el marco laboral, tributario, de infraestructura y de educación. Las inversiones requieren a su vez de seguridad, jurídica y ciudadana, para garantizar su sostenibilidad. Ese es el núcleo del debate que debemos ver públicamente y eso es lo que esperamos de la presentación del presidente del Consejo de Ministros. Si no fuera así la promesa de gran transformación devendrá, una vez más, en lamentable decepción.
Ing. Juan Sheput
(*) Artículo publicado en Diario 16 el 24 de Agosto del 2011
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