miércoles, 8 de junio de 2011

Columna Diario 16: No por mucho amanecer (*)

No por mucho amanecer
El actual proceso electoral aún no ha culminado. Terminará cuando el Jurado Nacional de Elecciones entregue las respectivas credenciales al presidente electo. En tanto, mientras haya votos pendientes de contabilizar el proceso estará incompleto. El triunfo estadístico no es el reconocimiento legal. Si bien es cierto la tendencia mostrada en el conteo es irreversible, aún no hay presidente electo oficial.
Siempre ha sido así por tanto no hay de qué alarmarse y mucho menos malinterpretar este texto. Lo que queremos transmitir es que este periodo puede y debe servir para que el futuro gobernante piense bien en quiénes van a ser sus acompañantes. Los signos que se transmitan a la sociedad, desde el momento en que la estadística anunció su triunfo, son elementos importantes para la construcción de confianza y gobernabilidad.
Es así que iniciando la semana la Bolsa reaccionó mal, pero comprensiblemente. Los diversos actores políticos, mediáticos y empresariales exigían, con razón, se señale quien sería el futuro Ministro de Economía. De acuerdo. Si hay una señal que dar, esa pasa por la definición de dicho titular. El resto puede, prudencialmente, esperar.
La tradición de los últimos años consolidó a las comisiones de transferencia. Esta permitirá asumir las responsabilidades del Estado incluyendo –cómo no- la recepción de información secretísima y confidencial. Por eso se tiene que tener cuidado en su conformación, pues la misma recibirá de los actuales administradores datos importantes que están bajo control oficial. Las comisiones de transferencia permitirán, a los futuros titulares, estar al tanto de lo que viene aconteciendo. Disminuirá la sorpresa y se podrá continuar sin mayores contratiempos. Esta ventaja se perdería si se nombra a personas que luego no asumirán la administración de los sectores en sus diversos niveles de responsabilidad. No me refiero a ministros. Me refiero a funcionarios.
Hay que dar señales pero consistentes. De no ser así, anuncios que busquen calmar a la opinión pública, por inconsistentes, pueden generar mayor confusión. En estos momentos ya se empieza a evaluar a la futura gestión. De allí la importancia de la designación.
El otro escenario es el parlamentario. El candidato triunfador tiene una bancada numerosa en el actual Congreso. Ello le permitiría ir impulsando una agenda de transición, que se dedique a tramitar proyectos importantes que contribuyan a la construcción de gobernabilidad al próximo gobierno. Los proyectos relativos al transfuguismo, por ejemplo, darían mayor solidez a las nuevas bancadas y serían el primer paso para una gran reforma política.
En estos valiosos 50 días que quedan por delante, hay que desempeñarse adecuadamente, pensando en el efecto de las acciones. Lo peor que le puede pasar al nuevo gobierno es que llegue al 28 de Julio desgastado, no por culpa de terceros, sino como consecuencia de apresuramientos o decisiones inconsistentes.
Ing. Juan Sheput


(*) Columna publicada en Diario 16 del 8 de Junio del 2011

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