No fue necesario que lo desmitificaran. Él sólo acabó con la aureola de demócrata que utilizaba, como vemos, a conveniencia. Pretendiendo olvidar el golpe de estado de 1992 y el maltrato, por parte del fujimorismo, durante años, Máximo San Román da una muestra cabal de su verdadera entraña: la de la sumisión a los Fujimori.
Argumentando que ha recibido satisfacciones sobre el comportamiento eventual, como presidente, de Keiko Fujimori, San Román anuncia su apoyo a la hija del dictador. Conmovedoramente le solicita un deslinde con Montesinos, cuando hace unas horas Keiko Fujimori señaló que "no le constaba que Montesinos haya cometido delitos".
En buena hora que esto suceda. Siempre pensé que se había sobredimensionado la figura de Máximo San Román, creyéndose, equivocadamente que era un demócrata. Ahora sabemos cuáles son los verdaderos intereses que lo motivan.
3 comentarios:
Siempre percibí a San Román como una persona con tendencia al servilismo.
Me extrañó, eso sí, que no se hubiese subido al coche de Kenya Fujimori en 1992.
Tal vez, siendo vice presidente, calculó mal.
Con esto ese decir de Montesinos que San Román se encargaba de servir el café y los saguches en el Círculo Militar en 1990 cobra fuerza.
Entonces lo que vociferó Montesinos en pleno juicio es completamente cierto, no es mas que un servil sirviente quien le preparaba el café.
Si pues es el lacayo de Montesino porq servia el cafecito y los sanguchitos
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