Siempre duele la muerte de un justo. Y Carlos Iván lo era. El día de hoy, luego de luchar dignamente contra el mal que lo aquejaba, Carlos Iván Degregori ha dejado de vivir, sin embargo sus palabras, sus escritos y su recuerdo siempre estará presente.
Carlos Iván se va en un momento en que su voz habría sido una potente llamada de atención a muchos peruanos que, equivocadamente, optan por la corrupción y el autoritarismo. En ese sentido su fallecimiento no lo aleja de la tierra sino que aviva nuestra memoria trayendo a la mente su siempre valioso consejo y palabras.
Sus restos serán velados el día de mañana en la Iglesia de La Recoleta de la Plaza Francia.
Que Dios brinde paz a tan valioso peruano. Carlos Ivan, descansa en paz.
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