miércoles, 13 de octubre de 2010

Pandillas y barras bravas de fiesta: Javier Villa Stein justifica agresión.

Por lo escuchado el doctor Javier Villa Stein no tiene en la ponderación y en la reflexión algunas de sus cualidades. Sin investigaciones ni juicios de por medio, el doctor Javier Villa Stein ha dado por sentado que el doctor Alan García propinó una feroz bofetada al ciudadano Richard Gálvez León. Es decir en su afán de ponerse del lado del presidente de la República, Villa Stein desmiente a García Pérez y le cree al ciudadano Richard Gálvez León, que el día de hoy, ha declarado en Diario 16 mostrando sus lesiones en varias fotografías.
Lamentables las declaraciones del doctor Javier Villa Stein, presidente de la Corte Suprema. No por que desmienta al doctor García. La fuerza de los hechos son más que evidentes, el joven Gálvez ha sido golpeado. Sino por que justifica una agresión, a un ciudadano, acompañando su justificación de frases pletóricas de vulgaridad como "no somos un país de maricas".
Tristes momentos que atraviesa el país. Tristes por que la imagen de un país que tiene un hijo que recibe un premio Nobel de Literatura gracias a Mario Vargas Llosa es enlodado por la bofetada que un presidente de la República le lanza a un ciudadano y este repudiable acto es justificado con vulgaridad por el doctor Javier Villa Stein.
¿Se imagina usted el ejemplo que dan estos dos "dignatarios"?
Los pandilleros y las barras bravas deben estar jubilosas con estas declaraciones. El ojo por ojo y el diente por diente; la masacre en "mancha"; la justicia por cuenta propia, todo es justificable en un país en donde ante el insulto uno no se debe quedar sin hacer nada. El propio Presidente de la Corte Suprema, Javier Villa Stein, justifica una agresión física inaceptable. Es realmente increíble lo que está pasando en nuestro país. Negar que vivimos una crisis de valores e institucional sería miope y necio.

6 comentarios:

Nauseapolitica dijo...

Lo más lamentable mí estimado Juan, es saber la clase de gente que esta ocupando cargos públicos. Frente a esto no debe extrañar el divorcio existente entre la ciudadanía y las instituciones del Estado. Adicionalmente es bueno preguntarse: ¿ Pudo demostrar García Peréz el origen legal de su repentina riqueza ?, ¿Demostró una actitud transparente para dejar que las investigaciones judiciales, determinarán su inocencia en los casos de corrupción?. Las respuestas las tenemos a la vista, no justifico la actitud del joven pero es tan sólo una muestra de los que millones de peruanos pensamos, sobre la persona que ostenta la presidencia de nuestro País.
Saludos Cordiales.

Otto dijo...

Bien dicho, Sheput.

Manito.de.cuy dijo...

Una muestra mas que, cuando el "stableshment" se siente tocado, toda la maquinaria se pone en funcionamiento para "arrasar" con cualquier intento disidente.

La sindéresis y la ecuanimidad es un razgo que debería distinguir a nuestros mas encumbrados personajes de la política, del clero, de la justicia, de la cupula militar. Sin embargo pareciera que éstos no son elementos distintivos de nuestros jerarcas.

Bajo el criterio del inefable Villa Stein, entonces la nuestra debería ser una nación donde las diferencias se zanjen a cachetadas y puntapies. Los jueces están demás o están defendiendo "mariquitas" que no se atreven a propinar furibundas y certeras cachetadas en defensa de su integridad.

¿Este es el país que queremos?. ¿Aqui queremos que vivan nuestros hijos? ¿Este es el pais del desarrollo inédito?¿Estas son las autoridades que rigen nuestros destinos?


MANGA DE SINVERGUENZAS !!!

QUE SE VAYAN TODOS!!!
QUE SE VAYAN YA!!!



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Anónimo dijo...

Ya empesaron a hacer campaña antiaprista...y se valen hasta de un desadaptado..anteriormente fue un demente..quien seguira..estan loquitos los Toledistas..

Edward dijo...

Por que Villa Stein o el "Presidente" Garcia no le respondieron al Sr. Chavez cuando le dijo "Ladrón de siete suelas", pero con un humilde ciudadano si se la da de valiente.

mario dijo...

Pero también hay que preguntarnos, que opinamos sobre los periodistas que piden declaraciones a estos ciudadanos públicos y no tengan la capacidad ó convicción, para hacerles las respectivas y oportunas repreguntas, verdad?. Frnacamente estamos desamparados totalmente al no contar en éste caso con periodistas inteligentes y con actitud de defender la ojetividad que requiere el lector o el pueblo en general.