La siguiente es mi columna publicada el día de hoy en Diario 16. Tiene que ver con el silencio vergonzoso de la gran mayoría de la prensa peruana respecto a la cachetada que le propinó el doctor Alan García a un ciudadano que lo calificó de corrupto.
No hay silencio que no termine
Ingrid Betancourt tomó de Pablo Neruda este verso para titular su reciente, y magistral, libro. Yo lo tomo prestado de ella para graficar lo que está ocurriendo en nuestro país.
El domingo, Diario 16 causó conmoción al señalar que había recibido información que un día antes, el presidente le había lanzado una bofetada a un ciudadano que lo había calificado como corrupto. Contra lo que se esperaba, por la gravedad de la noticia, al hecho siguió un lamentable silencio mediático, tan grande como la magnitud de la falta cometida. En paralelo, el cerco del silencio fue roto en Internet: la noticia empezó a rebotar en las redes sociales y, a partir de allí, en la prensa internacional. En el Perú, muy poco, salvo honrosas excepciones como Perú 21.
En los días siguientes, por más que Diario 16 siguió proporcionando detalles, la gran mayoría de la prensa, incluyendo radio y televisión, seguía en la comisión de ignorar el hecho, con el agravante que la persona agredida por el doctor García (según testigos), Richard Gálvez León, estaba inubicable. Siendo enfáticos en señalar que es una falta de respeto el calificar al presidente con adjetivos vinculados a su trayectoria pública, no es justificable, desde ningún punto de vista, que se responda con bofetadas o puñetes, o patadas de la guardia presidencial.
El ciudadano Richard Gálvez debe dar la cara. Es la mejor garantía para su seguridad. Y el Congreso debería cumplir con su labor citando a los ministros correspondientes para que aclaren la agresión. Lo que han cometido los guardaespaldas del presidente no es un acto de protección, pues el ciudadano Gálvez no estaba armado ni mucho menos, es un acto evidente de abuso de autoridad. No les corresponde a los guardaespaldas comportarse como un grupo irreflexivo y emocional que la emprende a golpes contra cualquier persona en actitud de venganza. Les corresponde proteger al presidente en situaciones extremas. Y esta no lo era.
El día de ayer el presidente García ha dado su versión de los hechos. Ha pasado del “no le crean a Diario 16” a reconocer que hubo un incidente. Dice que no hubo golpes. Sin embargo los testigos hablan de sangre, dolor y lágrimas.
Independientemente de si esto es un escándalo o no, me quedo con la pregunta de qué es más vergonzoso ¿la bofetada a un ciudadano por parte del presidente García o la actitud de ocultamiento de la prensa y las organizaciones del Estado? ¿Es tanta nuestra precariedad institucional que la gran prensa ha claudicado en su rol de control y denuncia del poder político? ¿Qué dice el Congreso? ¿Ha tomado cartas en el asunto la Defensoría del Pueblo?
Por lo que vemos, en el Perú de hoy, se desea construir una realidad a la medida del poder de turno, con el acompañamiento de cierto sector mediático que, una vez más, al igual que en los 90, se pone, vergonzosamente, de espaldas al país.
Juan Sheput
No hay silencio que no termine
Ingrid Betancourt tomó de Pablo Neruda este verso para titular su reciente, y magistral, libro. Yo lo tomo prestado de ella para graficar lo que está ocurriendo en nuestro país.
El domingo, Diario 16 causó conmoción al señalar que había recibido información que un día antes, el presidente le había lanzado una bofetada a un ciudadano que lo había calificado como corrupto. Contra lo que se esperaba, por la gravedad de la noticia, al hecho siguió un lamentable silencio mediático, tan grande como la magnitud de la falta cometida. En paralelo, el cerco del silencio fue roto en Internet: la noticia empezó a rebotar en las redes sociales y, a partir de allí, en la prensa internacional. En el Perú, muy poco, salvo honrosas excepciones como Perú 21.
En los días siguientes, por más que Diario 16 siguió proporcionando detalles, la gran mayoría de la prensa, incluyendo radio y televisión, seguía en la comisión de ignorar el hecho, con el agravante que la persona agredida por el doctor García (según testigos), Richard Gálvez León, estaba inubicable. Siendo enfáticos en señalar que es una falta de respeto el calificar al presidente con adjetivos vinculados a su trayectoria pública, no es justificable, desde ningún punto de vista, que se responda con bofetadas o puñetes, o patadas de la guardia presidencial.
El ciudadano Richard Gálvez debe dar la cara. Es la mejor garantía para su seguridad. Y el Congreso debería cumplir con su labor citando a los ministros correspondientes para que aclaren la agresión. Lo que han cometido los guardaespaldas del presidente no es un acto de protección, pues el ciudadano Gálvez no estaba armado ni mucho menos, es un acto evidente de abuso de autoridad. No les corresponde a los guardaespaldas comportarse como un grupo irreflexivo y emocional que la emprende a golpes contra cualquier persona en actitud de venganza. Les corresponde proteger al presidente en situaciones extremas. Y esta no lo era.
El día de ayer el presidente García ha dado su versión de los hechos. Ha pasado del “no le crean a Diario 16” a reconocer que hubo un incidente. Dice que no hubo golpes. Sin embargo los testigos hablan de sangre, dolor y lágrimas.
Independientemente de si esto es un escándalo o no, me quedo con la pregunta de qué es más vergonzoso ¿la bofetada a un ciudadano por parte del presidente García o la actitud de ocultamiento de la prensa y las organizaciones del Estado? ¿Es tanta nuestra precariedad institucional que la gran prensa ha claudicado en su rol de control y denuncia del poder político? ¿Qué dice el Congreso? ¿Ha tomado cartas en el asunto la Defensoría del Pueblo?
Por lo que vemos, en el Perú de hoy, se desea construir una realidad a la medida del poder de turno, con el acompañamiento de cierto sector mediático que, una vez más, al igual que en los 90, se pone, vergonzosamente, de espaldas al país.
Juan Sheput
5 comentarios:
La bofetada de García es lo vergonzoso, el comportamiento de la prensa me produce tristeza, pena y mucha preocupación. Me indigna el comportamiento de encubrimiento por parte de casi todos los poderes de información que son precisamente los que se “supone” están para supervisar de alguna manera al poder del gobierno.
Solo me quedo con una pregunta a modo de entender como la prensa muchas veces tiene comportamientos que denotan intereses. ¿Qué hubiera sido si el ex presidente Toledo estaría involucrado tan solo en un hecho similar? ¿Hubieran callado en perfecta armonía?
Joseph Gutierrez Fierro
Twitter: @jgutierrezf
toda persona debe respetar al presidente,aun que este en desacuerdo con el,pero en este caso el presidente alan garcia se excedio,eso muestra su poco dominio interno y su sobervia agresiva que tiene el presidente garcial,ya paso hace un tiempo cuando dio la patada a un señor humilde,y ahora este caso,el presidente pudo reaccionar contestandole con palabras su desacuerdo,pero meterlo golpes eso super mal.
Una vez más, asistimos con desconsuelo, a observar sin proponernoslo y de manera intempestiva, la cola del lobo que disfrazado de oveja, no pudo contenerse y asestó furibundo golpe a un joven lenguaraz.
La maquinaria de "poder" se puso en marcha inmediatamente : golpes y empellones con el muchacho, rápido y amenazante despliegue de las "fuerzas del orden" contra testigos circunstanciales, dejaron ver que el poder usa su "poderio" contra humildes ciudadanos que tuvieron la mala suerte de observar el incidente.
Al dia siguiente la "maquinaria" trabaja a pasos acelerados para :
1. tratar de silenciar a la prensa, la que con honrosa excepcion, ni cuenta dieron de los hechos.
2. Inventar declaraciones a fin de lograr la expulsión del muchacho del programa de voluntarios Kurame
3. Sacar, cual mago de feria, un repentino "vengador" que se subitamente se autoinculpa, señalandose como responsable (?) de los golpes.
4. Y, en un evento que provoca verguenza ajena, sale el director del establecimiento de salud para presentar al autoinculpado y pretender negar los hechos (aun cuando el verdadero agresor habia reconocido el incidente)
Un gobernante adquiere poder por la voluntad de la ciudadanía, para servir a ésta, no para servirse de ésta.
Esta premisa, ¿es tan difícil de entender?
Si esto no se entiende, significa que no se está a la altura o que no da la talla para ser el estadista que los peruanos, bien o mal, elegimos.
MANGA DE SINVERGUENZAS !!!
QUE SE VAYAN TODOS!!!
QUE SE VAYAN YA!!!
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la verdad me da tanta pena y verguensa que en ves de progresar en la democracioa estamos retrosediendo por este gobierno , lo que pasa es que a este señor no le costo nada ya que no estubo en la recuperacion de la democracia,y no se porque se molesto mas biem ya debe estar curtido x que desde que dejo sui primer gobierno sabemos que es un corrupto y asesino, pues sinop no poruqe se escapo del pais, y porque,dejo prescribir la denuncia x corrupto.si no es culpable pues debio dejar que se lo envestiguen acaso no mando a matar a tantos presos politicos en el fronton,directores hombre s inocentes directores de diarios, tan solo por decir la verdad al pueblo,este es el mismo diablo , pero ya los pagara asi como el asesino de fujimori ,todo se paga. como dices JUAN.todo sale a la luz
lo que ha hecho el presidente debe ser.repudiado por todo los peruanos porque asi lo hayan dicho corrupto no debio reaccionar de esta manera.porque no es un pandillero para hacer esto es una verguenza ya que esto llego a los medios internacionales.la verdad me siento tan inpotente .y debe pasar los meses para que de una ves se vaya pero para siempre mientras otros luchan por una democracia otros lo terminan de insuciar con autoritarismo .
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