Si usted duda que nuestro país dista mucho de ser desarrollado, la visión de la foto que aparece en la parte superior de este post lo confirmará en su apreciación. Lo que sucede en Barranco es una demostración de lo que puede hacer una vecina con ambición desmedida, un juez con actitudes sospechosas, un alcalde inepto e incapaz de hacer algo y una ciudadanía limeña responsable de los atropellos que suceden en Lima, Barranco, Chorrillos, y demás distritos por su impresionante permisividad.
¿Cómo es posible que se pueda destruir el Malecón de Barranco sin que nadie pueda hacer algo? ¿Más puede el dinero y el afán desmedido de ganar plata de un propietario y una empresa constructora que la intangibilidad de los acantilados de Barranco por su carácter histórico y cultural?
Por mucho, mucho menos, un alcalde en cualquier otro país estaría detenido. Y por mucho menos las autoridades habrían reaccionado para evitar esta destrucción.
Sin embargo en el Perú de Alan García, el de las cientocincuenta mil obras sin fiscalización, de los decretos leyes pro impunidad, de la sociedad con alcaldes sobrevaloradores de obras, lo que sucede en el Malecón es indiferente para la mayoría de vecinos.
Me pregunto ¿Si una vecina puede hacer lo que literalmente se le viene en gana en Barranco, con la pasividad de este gobierno, qué no se hará en otros lugares del país?
Nuestra sociedad está en franco deterioro. Es una muestra contundente que no por tener más dinero se es más desarrollado.
Las próximas elecciones serán vitales en Barranco. Anteriores alcaldes, de Unidad Nacional, Somos Perú, el Apra, han contribuido al deterioro impune del distrito. Es la hora de los independientes. Si en verdad quieres salvar tu distrito, no apuestes por la reelección, que en el país es sinónimo de corrupción, sino por una opción vecinal, netamente independiente.
Barranco no resistirá 4 años más en manos de una opción corrupta.
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