Se suele pensar, equivocadamente, que la evolución significa cambios en la estructura de los seres vivos. Para corroborar esa suerte de prejuicio están una serie de fósiles de hace millones de años en que los animales o eran gigantescos o muy pequeños en comparación a como son ahora. El descubrimiento del fósil de una avispa de 34 millones de años demuestra que la Naturaleza en la evolución no hace cambios si el modelo...funciona.
Lo de la evolución no tiene una regla estable, pues depende del entorno en el que se encuentra el ser vivo. Así, si pensamos en las arañas, hace 300 años tenían un aspecto monstruoso, muy parecido al de un cangrejo. ¿Y las repulsivas cucarachas? pues hace 300 millones de años tenían un aspecto que pondría nervioso a cualquiera, empezando porque medían 9 centímetros con el agregado que tenían la misma agilidad y movilidad que en la actualidad. Si conservaran el tamaño ¿se las imagina enfrentándolas?
A continuación les mostramos un vídeo con la cucaracha y una foto de la araña , gracias a ABC y al Imperial College of London.
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