¿Recuerdan las épocas en que se anunciaba a los vecinos con anticipación de los inicios de una obra y se ensayaban las rutas alternas de desvío de tráfico? Bueno eso se acabó con Luis Castañeda Lossio y se imita por el Ministerio de Transportes.
Ese monumento a la improvisación llamado Tren Eléctrico, que va a significar gasto y endedudamiento y la quiebra de centenas de negocios aledaños, en su segundo día de trabajos ha modificado su plan de desvíos.
Analicen un ejemplo del caos existente:
La Av. Castilla es la ruta de desvío natural de las obras que se hacen en la Av. Tomás Marsano, para aquellos que vienen de Este a Oeste. Sin embargo esta avenida está cerrada en una de sus vías por una obra interminable del Municipio de Surco.
La Av. Angamos está cerrada en sus cuadras 5 a 8 (altura de Chacarilla) e inexplicablemente se ha vuelto a levantar la capa asfáltica a la altura de las cuadras 10 a 12 de Angamos, cuando ya hace poco, durante la cita de ALC-UE y APEC se había hecho lo mismo. En menos de dos años se vuelve a levantar el asfaltado ¿Es esto improvisación o corrupción?
La Av. Tomás Marsano se cerró para el inicio del Tren Eléctrico, con lo cual se ha generado un gran caos. No se avisó a nadie del día de cierre. Hoy anuncian un nuevo plan de desvíos con lo cual se demuestra la gran improvisación.
Se desprecia al ciudadano. Las empresas constructoras están haciendo grandes negocios a costa del ciudadano. Nadie controla a los alcaldes ni al Ministerio de Transportes. Para efectos prácticos el Congreso y la Contraloría no existen.
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