miércoles, 17 de febrero de 2010

Avelino Guillén y la ética de la responsabilidad


El personaje que cumplió con el deber cívico de interrogar eficazmente a Alberto Fujimori, hoy estaría recibiendo las represalias por su comportamiento correcto. Ha sido desaprobado en un examen sobre el caso Kouri-Montesinos, un caso que el fiscal Guillén conoce perfectamente. Una situación con apariencia de manipulación política. Aunque parezca insólito al día de hoy no se conoce quiénes son los evaluadores del Fiscal Guillén. Evaluadores "sin rostro" son el instrumento del maltrato al probo funcionario. Este anuncia su disposición a renunciar. El Ministerio Público y el sistema de lucha contra la corrupción perderían así a uno de sus miembros más destacados.

Max Weber, el gran sociólogo y politólogo alemán, hacía una clara distinción entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad. La ética de la convicción, nos decía Weber, es aquella en la cual nos aferramos a nuestros sistemas de valores y principios. La ética de la responsabilidad es, en tanto, aquella que tiene que ver con un comportamiento que toma en cuenta la consecuencia de nuestras acciones y decisiones.
Si el Fiscal Avelino Guillén se guía por la ética de la convicción, actuará en función a sus principios y no aceptará que se le maltrate en el Consejo Nacional de la Magistratura. En ese sentido se sentirá tranquilo pues su comportamiento digno le será gratificante en el corto plazo. Sin embargo la sociedad sufrirá las consecuencias de su decisión.

Si por el contrario el fiscal Guillén se guía por la ética de la responsabilidad, tomará su decisión pensando en las consecuencias de sus acciones. Tendrá que medir así el impacto que su acción tendrá en la sociedad, el daño que se hará a un sistema que depende de las personas por su precaria institucionalidad. Ya no es él sólo el involucrado, es la sociedad en su conjunto.

¿Qué estará primero para el Fiscal Guillén? ¿La ética de la convicción o la de la responsabilidad?

El Perú espera que el Fiscal actúe midiendo la consecuencia de sus actos. No se debe pisar el palito de un grupete que está preparando el camino para la impunidad de la corrupción. El fiscal Guillén debe retirar su renuncia y quedarse en el Ministerio Público. Un sistema de justicia con déficit de moral y ética se lo agradecerá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis respetos al honorable fiscal Avelino Guillen . Lamento su decision de renuncia pero hay que comprenderla, todo el Perù lo conoce y sabe que es transparente, honesto, muy valioso en la administracion de justicia, digno de toda consideracion y respeto .
Aunque tenemos esperanza de que reconsidere y continue en el accionar contra la corrupcion tan enraizada en nuestra patria.
Nos sentimos tan impotentes ante la corrupcion del poder economico y politico y estamos seguros todos los peruanos que en no ascenso del fiscal Avelino Guillen està la mano aprofugimontesinista.