La entrevista a Rafael Rey el día de hoy en La República representa en toda su dimensión no sólo la decadencia de la política sino la lamentable categoría de los ministros que rodean a Alan García. Respuestas inconexas, ni un sólo argumento justificable, ocultamiento cómplice de un probable acto de corrupción, es lo único que puede ofrecer un ministro de tan bajo nivel como Rafael Rey. Cuando el periodista Ángel Páez le dice que la empresa que vende los tanques chinos es la misma que le pagó una comisión al ex convicto Víctor Joy Way, se limita a decir con la tibieza que escupirá Dios el día del Juicio Final que "No lo sabía. Pero, incluso si lo hubiese sabido, no habría echado para atrás a la luz del producto que ofrece. Pero, además, puedo asegurar que ni Norinco ni ninguna otra empresa me ha pagado una comisión". Claro a él no le pagarán pero es funcional para aquellos que sí podrían recibir la comisión, dados los antecedentes. Eso tiene un nombre: complicidad.
Rafael Rey se aferra a la frase "es una decisión política" para cubrir la compra irregular de los tanques chinos. Tiene que escudarse en una generalidad contribuyendo así con Alan García a devaluar y destruir la palabra política.
La entrevista de Rafael Rey a La República es tan penosa como la entrevista que hace unos meses, al mismo diario, concediera la ex ministra Mercedes Cabanillas, la vez en la cual indicó que la decisión del operativo en la Curva del Diablo en Bagua no fue suya sino del comando policial.
Esos son los ministros de Alan García.
Y como para redondear la ineptitud ya ampliamente conocida de Rafael Rey, horas después de la entrevista concedida a LR, declaró que la decisión de "comprar" los tanques fue técnica y no política. Todo un ejemplo de solidez y seguridad en si mismo.
1 comentario:
En la constitucion peruana, dice claramente que el pueblo debe asumir sus responsabilidades, si el gobierno de turno, como el gobierno de Garcia, que miente y trata a los peruanos sin respeto y para abajo. Es tiempo para que el pueblo peruano tome la justicia en sus manos y decida lo que este mentiroso de Alan Garcia debe pagar por sus crimenes.
Time is running out.
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