Yehude Simon no ha querido pronunciarse respecto a la libertad del principal implicado en los petroaudios Rómulo León. Ha evadido el tema. Para él no hay posiciones principistas y mucho menos políticas. Lo único que le interesa es aferrarse al cargo.
Yehude Simon cree que hemos olvidado que llegó al premierato para luchar contra la corrupción, que en ese entonces -y ahora- tenía como principales protagonistas a Rómulo León y los más altos niveles del elenco gubernamental.
Por eso, si Yehude Simon tuviera un mínimo de coherencia, debería presentar su renuncia irrevocable de inmediato y no convertirse en cómplice de un sistema que pareciera se está volviendo a configurar para robar, tal y como fue en la década del fujimorato.
La presencia de Yehude Simon y su "lucha contra la corrupción" pareciera una máscara que encubre los verdaderos propósitos del gobierno. La incapacidad de Yehude no le da para ver más allá de su gestión. Cree que vive un asunto que se olvidará y que no será reeditado por un próximo y más digno Congreso. Lo mismo pensaban los ministros de Fujimori y Vladimiro Montesinos.
¿Dirá algo Javier Villa Stein? ¿Es este un caso emblemático? ¿Dirá algo la ministra de justicia? Alan García, ese que invoca al Poder Judicial ¿Dirá algo sobre la libertad de su dilecto amigo Rómulo León? y que no venganb algunos medios a decir ahora que el presidente García no sabe nada y "que está indignado".
A este ritmo algo que graficaría muy bien el momento actual es que Yehude Simon grabe un spot contra la corrupción junto a Rómulo León.
1 comentario:
Los tres sujetos de la foto están libres, es un asco. Uno de ellos hasta es "consultor" de qué? consultor de faenones. Una porquería todo esto.
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