viernes, 22 de mayo de 2009

Despiden a trabajadora del hogar que contrae AH1N1 en casa de colegiala que viajó a Punta Cana

Una humilde empleada del hogar, de 27 años, trabajaba en casa de una escolar que viajó con su promoción a República Dominicana de donde regresó portando el virus AH1N1. Al ser contagiada por la colegiala, en lugar de brindársele apoyo pues ella es una víctima de haber contraido la enfermedad, fue despedida miserablemente por los dueños de casa cuando presentó posibles síntomas.
Los organismos de derechos humanos o las organizaciones de trabajadoras del hogar deberían asesorar a esta humilde mujer para que enjuicie a los empleadores que la despidieron sin ningún tipo de solidaridad social. No se puede ser causante de un perjuicio y desprenderse del problema como si la trabajadora del hogar fuera una cosa y no una persona con todos sus derechos. Esta actitud habla del desprecio y la decadencia social de gran parte de la comunidad limeña.
Según informa RPP, la joven no tiene familiares en Lima y se encuentra aislada en un hospital de Villa María del Triunfo.

6 comentarios:

PEDRO TIERRA dijo...

Lo mínimo que podía haber hecho EL COMERCIO es mencionar de qué familia se trata.

Anónimo dijo...

Lo primero es saber el nombre y dirección de este bodrio de familia para "retribuirle" el 'balance' de su cuenta corriente.

Como muy bien apuntas, las organizaciones que brindan apoyo a quienes verdaderamente lo necesitan, deben asesorar a esta víctima. No sólo por haber sido víctima de contagio, posiblemente adrede si se chequea el itinerario, entorno y el manejo que se dio.

Sino por el sufrimiento que le han ocasionado. Por la forma irracional y abrupta del despido intempestivo se ha hecho extensivo a su entorno familiar.

Ah, y también por los irreparables daños emocionales que llevará ella y su familia de hoy en adelante consigo por culpa de la mezquindad de unos hijos de la gran fruta..!

Además, hay que sentar precedente, jurisprudencia, para que las merdas como estas, aprendan que sus complejos y taras no los exime de la racionalidad y sus consecuencias, y eso, aquí y en Miami, cuesta dinero constante y sonante.

Dígale NO a la merda..!

Comino

Anónimo dijo...

Lo primero es saber el nombre y dirección de este bodrio de familia para "retribuirle" el 'balance' de su cuenta corriente.

Como muy bien apuntas, las organizaciones que brindan apoyo a quienes verdaderamente lo necesitan, deben asesorar a esta víctima. No sólo por haber sido víctima de contagio, posiblemente adrede si se chequea el itinerario, entorno y el manejo que se dio.

Sino por el sufrimiento que le han ocasionado. Por la forma irracional y abrupta del despido intempestivo se ha hecho extensivo a su entorno familiar.

Ah, y también por los irreparables daños emocionales que llevará ella y su familia de hoy en adelante consigo por culpa de la mezquindad de unos hijos de la gran fruta..!

Además, hay que sentar precedente, jurisprudencia, para que las merdas como estas, aprendan que sus complejos y taras no los exime de la racionalidad y sus consecuencias, y eso, aquí y en Miami, cuesta dinero constante y sonante.

Dígale NO a la merda..!

Comino

JOSé ANTONIO dijo...

EN UN PAIS DESARROLLADO ESTO ES PASIVO DE PRISION....."NO ASISTENCIA A PERSONAS EN PELIGRO", PERO EN NUESTRO PERU LA GENTE ES MUY DESALMADA, MERECERIA UN BANHO DE SU PROPIA MEDICINA !!
PORQUE NO SE PUBLICA EL NOMBRE.....?, LA PRENSA CHICHA QUE RECOGE TODO ......
SALUDOS
JOSé ANTONIO

Uldarico dijo...

Que se den los nombres de esta familia "pudiente", son los mismos ricachones que insultan a las trabajadoras del hogar en sus huachafadas como Eisha. Lo felicito señor juan Sheput, hay que empezar una cruzada contra estos seres insensibles y soberbios.

Anónimo dijo...

Alvaro Ugaz y la investigación del dosaje etilico, esposa de Zumaeta y la estafa en compra de terrenos, nuevamente Zumaeta y los vales de gasolina, ahora es el caso de la empleada y ningun medio se atreve a publicar los nombres de la dignisima familia samaritana. En fin estamos en el reyno del Perú y su impunidad.