Los aciertos económicos del ministro Luis Carranza son inversamente proporcionales a su conmovedor apoyo mediático. Por ello, por la ausencia de crítica y el silenciamiento de otras voces que ven a la actual crisis económica con otra persepectiva, son preocupantes sus declaraciones. No sólo por el simplismo del que hace gala sino porque el señor Luis Carranza pareciera estar en otro país, en otro mundo.
Dice el ministro Carranza por ejemplo "si la crisis financiera se complica se gastará más". Bueno, no es novedad el reduccionismo del ministro ni asegurar que estamos en presencia de un funcionario con mentalidad de coyuntura, sin la capacidad para proyectarse en el mediano o largo plazo. El ministro cree firmemente que la solución de la crisis que nos afecta pasa por gastar y gastar, gastar y gastar, con lo cual, en la práctica el señor Luis Carranza se gradúa como fabricante de bombas de tiempo para malestar del próximo gobierno.
Gastar no es la única solución señor Carranza, más aún cuando no se sabe cuánto va a durar la crisis. La solución pasa también por ser discreto en el gasto para evitar un déficit comercial y fiscal que nos complique más el panorama. Pareciera que al señor Luis Carranza lo único que le interesara fuera mostrar que mes a mes el país sigue creciendo aunque sea a tasas mediocres del uno o dos por ciento. El ministro no ve la economía en panorama sino cortoplacistamente.
Destacados economistas como Eduardo Lora, del BID, o el propio Banco Mundial, señalan los problemas que podría tener un política gastadora sobre todo en países como el Perú que tienen una economía muy vulnerable, pues es dependiente de recursos naturales y materias primas. Como se sabe, el señor Luis Carranza no hizo ni impulsó ninguna reforma, y ello es causal que en la actualidad la crisis económica nos agarre no tan firmemente.
El Dr. Eduardo Lora, del BID, indica que la expansión fiscal puede ser contraproducente para los países que gasten por gastar, que hechen a un hueco negro todos los incrementos presupuestales. Recuerda que "La preocupación de los líderes de los organismos internacionales, y de muchos otros analistas, es que mientras no se reestructure el sistema financiero, todo ese dinero vaya a dar a un hueco negro. “Un estímulo fiscal con un sistema bancario disfuncional es como una sobredosis de azúcar” dice a su vez el titular del FMI Dominique Strauss-Khan. Lo mismo dijeron antes funcionarios del Banco Mundial y economistas de primer nivel como Sebastián Edwards de UCLA.
Pero de eso no parece enterado el señor Luis Carranza. Ojalá nos equivoquemos, pero estamos seguros que las actuales políticas del ministro de economía Carranza sólo traerán un panorama negativo para las finanzas del Perú.
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