jueves, 16 de octubre de 2008

La Innovación y nuestro desarrollo

"En los últimos años y a partir de la necesidad de enfocar el uso de los recursos del royalty minero, se creó una serie de organismos orientados a potenciar la innovación agroalimentaria. Así nació el Consejo de Innovación; luego se establecieron los clusters –de fruta, acuicultura, carnes blancas, carnes rojas, viticultura y alimentos procesados– para dar una mirada de cadena a los sectores involucrados. A lo anterior se suman los Consorcios Tecnológicos, en los que se unen academia, privados y sector público, para buscar nuevos desarrollos y soluciones a problemas puntuales de los rubros. Ya existen en fruta, vino, leche, ovejas, papa, apícola, salmón y arándanos, y está en estudio uno para alimentos funcionales. Hay aún más piezas en este puzzle: los institutos tecnológicos estatales (Infor, Ciren e INIA), y los proyectos que se financian a través de agencias de desarrollo como FIA e Innova Corfo."
Lo que acaban de leer es un extracto del artículo ¿Qué le falta a Chile en Innovaciòn agraria? publicado en el último número de la Revista Del Campo de El Mercurio.
Como podrán observar, el vecino del Sur ha invertido el producto del royalty minero en darle sostenibilidad a su desarrollo. Aquí, en nuestro país, una mezcla de políticos sin visión de Estado, empresarios mercantilistas y oportunistas formadores de opinión se han confabulado para evitar que se cobre un necesario impuesto a las sobreganancias mineras con lo cual, el Perú, por responsabilidad del presidente Alan García, ha perdido una brillante oportunidad.
Son más de 10,000 millones de dólares los que han obtenido las empresas mineras en los ejercicios del 2006, 2007 y 2008 por concepto de sobreganancias. En lugar de aplicar este impuesto el gobierno del Dr. Alan García optó por un óbolo, que llega a los 2,500 millones de soles, que aún no se han entregado ni en un 20% y que administran las mismas empresas mineras. ¿Debe investigarse la forma como se pactó este óbolo? Creo que sería un ejercicio interesante pero que no daría mayores resultados. La corrupción de alto nivel trata de no dejar huellas. En su lugar sería importante ver la forma de canalizar recursos, para hacer de nuestro desarrollo una condición sostenible.
Con fondos extraordinarios se podrían hacer cosas extraordinarias. En primer lugar modernizar a las universidades públicas peruanas. Enviar profesores al extranjero y traer catedráticos del mas alto nivel. También crear un fondo para la investigación y desarrollo, elemento abandonado más que nunca a pesar de la abundancia de recursos. Incentivar la innovación. Se podría haceer mucho.
Pero el gobierno de Alan García apostó por la rutina, por el conformismo, por la abundancia de recursos mal administrados, lo cual trae corrupción. Una vez más, así sus amigos digan lo contrario, gracias a Alan García, el Perú ha retrocedido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dentro de poco los Chilenos practicaran la innovación agraria en terrenos del Perú aunque en el sur ya sus capitales tienen una importante presencia. Un amigo dueño de unas pocas hectáreas me cuenta que los empresarios chilenos utilizan una tecnología que les permite sacar mas cosechas en el mismo periodo de tiempo que el realizaba, claro los chilenos le han alquilado la tierra pero lo que preocupa es que en determinado periodo de tiempo ese terreno necesitara un descanso y entonces ya no estarán los que actualmente alquilan la tierra y el pago que recibió no alcanzará para sostenerse mientras sus tierras no sean fértiles.