lunes, 22 de septiembre de 2008

Los periodistas han perdido la autoestima

Esto es lo que nos dice con gran acierto Magis Iglesias, Presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Prensa. Indica que a los periodistas actuales más le intersan las opiniones que los hechos, cuando lo que intersan son los hechos; no les gusta rectificarse y hacen peridismo de breves sobre breves. ¿Tiene o no razón?.
La entrevista ha aparecido en El País de España y en su contenido alcanza directamente a lo que viene sucediendo en nuestro país:

Esta mujer que ahora nos preside (acaba de ser elegida presidenta de la Federación Española de Asociaciones de la Prensa, es la primera mujer que alcanza este puesto) estuvo siempre pendiente de los yogures, pero le encontraron cierta incompatibilidad y ahora desayuna más, y con más abundancia, pero lo hace en casa, muy temprano. Así que Magis Iglesias (nació en Vigo, hace 52 años) llega a la rotonda del Palace a desayunar ya desayunada; claro, no viene como cuando era una joven de la movida gallega, que comía ostras al amanecer, después de las juergas en el Kremlin, el lugar movido de entonces; ni viene, por supuesto, de desayunar en la cama (es su pasión, desayunar en la cama) un bocadillo de mejillones.


Es la primera mujer que preside la federación de la prensa española
Así pues, se pide un té, unas pastas que el camarero le trae como un desafío para su hambre saciada, y nada más sentarse ya está hablando de periodismo. Una obsesión. Ella cree que "los periodistas hemos perdido la autoestima"; nos da igual ser rigurosos que no, y además nos cuesta rectificar. Y, claro, si no nos importa la calidad de lo que hacemos, mal vamos. "Podemos terminar haciendo periódicos de breves sobre breves; perderemos nuestra capacidad de análisis y conseguiremos que el rigor parezca una excentricidad".

Caramba, y sólo ha tomado té, de momento. Entre las cosas que le preocupan, y que han contribuido a que el periodista pierda la autoestima, Magis Iglesias cita "la superficialidad como modo de aproximarnos a los hechos". El periodismo, dice, "tiene que basarse en hechos, y no en opiniones, y cada día nos importan más las opiniones que los hechos". Y para encontrar los hechos, "hay que ir a la calle, hablar con la gente, contar qué pasa. Pero la gente está en las redacciones, recibiendo teletipos, mirando las páginas web, y menos en contacto con la realidad". Tiene un plan que elabora medio en serio medio en broma: "Que los jefes salgan a la calle y que los redactores hagan su trabajo; así a lo mejor cambiamos la dinámica".

Ella es de agencia, y eso se nota en esta obsesión que es más poderosa que la que tuvo por los yogures: "Estoy obsesionada por la verificación de las informaciones, y me eriza la piel comprobar que eso es cada día más difícil". ¿Y qué pasa, Magis, por qué hay este panorama? "Porque las redacciones se organizan ahora más desde la técnica que desde la calidad, y vale más la audiencia que lo que se cuenta. Las empresas se quedan en la superficialidad, y eso puede afectar de manera radical a la calidad de la prensa escrita".

Su agencia es Colpisa, de Vocento. Pero empezó en los diarios; pasó por El Faro de Vigo y luego estuvo en La Voz de Galicia; desde hace 20 años cubre el Parlamento de la nación, con lo cual ya debe estar saturada de desayunos, almuerzos y cenas con sus señorías. ¿No es atosigante, no venden la moto y se hacen cómplices de los periodistas? "Hay reglas, que si se observan por ambos lados no contaminan la información, y los periodistas tenemos que tener fuentes, si no, ¿cómo ibas a tener información? Nosotros tenemos que marcar el territorio, que no nos lo marquen ellos. Y tenemos que ser incómodos con el poder. Pero para que el lector sepa tenemos que comer con ellos. O desayunar".

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