domingo, 17 de agosto de 2008

En el centenario de Henri Cartier-Bresson


La fotografía es un arte, eso es indiscutible. Y en ese género Henri Cartier-Bresson ha sido un maestro. Su fundación le rinde homenaje en el centenario de su nacimiento. La siguiente es una nota de El Mundo de españa:

El fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson (1908-2004), fundador de la agencia Magnum, habría cumplido 100 años el 22 de agosto. Una exposición, dos coloquios y la publicación de tres estudios sobre su obra rinden homenaje al 'ojo del siglo XX', un hombre al que no le gustaban las celebraciones.

A Cartier-Bresson se le asocia a acontecimientos clave de la historia del siglo XX por sus retratos de Fidel Castro o Ernesto Che Guevara, sus imágenes de la entrada de Mao en Pekín o la muerte de Gandhi, sus fotos de Pablo Picasso, Henri Matisse o el matrimonio Pierre y Marie Curie, pero también de muchos anónimos en sus viajes por Asia y la la China revolucionaria.




Pero referirse al que es considerado padre del fotoperiodismo y uno de los más famosos retratistas galos, es hacer una pausa en su concepto del 'instante decisivo', con el que definió el momento exacto en el que se toma la foto: cuando "se alinea la cabeza, el ojo y el corazón" para conseguir la instantánea.

Desde muy joven, este humanista fascinado por el surrealismo recorrió el mundo con su inseparable máquina Leica, la cámara que conoció tras su estancia de un año en Costa de Marfil. Con ella elaboró reportajes y fue asistente del cineasta Jean Renoir. Asimismo realizó algunos documentales sobre la Guerra Civil española y los Estados Unidos. Retrató China, la India y México hasta la Segunda Guerra Mundial —donde se creyó que incluso había fallecido tras haber sido hecho prisionero— y fundó, junto a otras también leyendas del negativo, en 1947, la primera agencia de fotografía, el club selecto de Magnum.

Cuatro años después de su muerte, la fundación que lleva su nombre, creada por él mismo en 2003, organiza para el mes de septiembre un homenaje "conforme al personaje, que detestaba las celebraciones", según asegura su directora, Agnès Sire, desde la sede de la institución en el barrio parisino de Montparnasse. En la exposición, el francés compartirá espacio con su amigo estadounidense Walker Evans, con quien le unía la pasión por retratar el paisaje de la ciudad y la sociedad americana.

Las 43 imágenes seleccionadas se tomaron entre 1929 y 1947 en entornos urbanos de Nueva York, Chicago, Washington, la América sureña y California. "Los dos tenían una pasión común por lo real, un mismo gusto por los temas sociales", apunta la directora de la Fundación. A esta muestra, cuyo catálago publicará la editorial Steidl, se suman en París dos coloquios en torno a la figura del fotógrafo con la participación de una treintena de especialistas en fotografía.

La editorial Gallimard publicará además un libro sobre Cartier-Bresson firmado por Clément Chéroux, conservador del Centro Pompidou. La misma firma lanzará una colección de artículos publicados en 'Le Monde'.

En realidad no se interesaba tanto por la fotografía como por la literatura y, sobre todo, el dibujo. "La foto es para mí el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que capta el instante y su eternidad. El dibujo, por su grafología, elabora lo que nuestra conciencia ha captado de ese instante. La foto es una acción inmediata, el dibujo una meditación".

Cartier-Bresson fue el primer fotógrafo en exponer sus trabajos en el Museo del Louvre. Sus capturas han colgado también de las paredes de la Biblioteca Nacional de Francia y el Museum of Modern Art de Nueva York. Murió el 3 de agosto de 2004.

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