miércoles, 27 de abril de 2011

Perú Posible: ni con Keiko Fujimori ni con Ollanta Humala

¡Cuánto nos gustaría poder decir que apoyamos a una agrupación en la segunda vuelta! Ello significaría el talante democrático, bandera de cualquier agrupación. Sin embargo a la fecha ninguna de las dos agrupaciones, Gana Perú y Fuerza 2011, han dado plenas satisfacciones a la dirigencia de Perú Posible para concretar un apoyo en particular.
El sentido de no apoyar a ninguna de las agrupaciones se sustenta en los siguientes puntos:

1. El respeto a los más de dos millones de ciudadanos que expresaron su confianza en Alejandro Toledo y Perú Posible y lo colocaron en la oposición.
2. Recuperar el rol de ex presidente del doctor Alejandro Toledo, lo cual le exige una equidistancia del proceso y lo convierte en factor de orientación para la ciudadanía.
3. Educar al pueblo peruano en el sentido que bien se puede hacer país, patria, sirviendo al Perú desde un rol de crítica constructiva, desde la oposición.

Estos son algunos de los elementos que nos llevaron a tomar una decisión, en este sentido de no apoyar ni a la señora Fujimori ni al señor Humala. Las imprecisiones y contradicciones hoy se han hecho evidentes. Son tantas que la prensa escrita señala en sus ediciones de hoy que a la señora Fujimori se le llama izquierdista o "kaviar" y al señor Humala "fredemista" o neoliberal. En el colmo de lo grotesco, Keiko Fujimori ha solicitado un impuesto a las sobreganancias mineras, luego de que su bancada en el Congreso se dedicara a proteger en todo momento a las empresas explotadoras del mineral.

Como para que no quede ninguna duda, Perú Posible expulsará a aquellos militantes que hagan proselitismo abierto en favor de cualquiera de las candidaturas que disputan la segunda vuelta. Esta es una demostración de seriedad.

La bancada de centro y su papel en el próximo Congreso

Por iniciativa del Congresista Renzo Reggiardo se han iniciado un conjunto de discusiones sobre la necesidad de conformar un bloque parlamentario de centro que agruparía a la Alianza por el Gran Cambio, Solidaridad Nacional y Perú Posible. Tal como se lo comenté en una conversación, es una buena idea, que sin embargo puede enfrentrar problemas al chocar con la realidad.
Las tres fuerzas mencionadas por diversas razones han llevado al Congreso a una mayoría de independientes. Históricamente los independientes se han convertido en el blanco principal de las agrupaciones que necesitan de la deslealtad o del transfuguismo para completar sus mayorías. En ese sentido el actual Congreso no será la excepción: culminada la juramentación y conocido quien será el próximo Presidente del Perú se iniciará la temporada de cacería de tránsfugas pues el objetivo será conseguir una mayoría que le de facilidades al nuevo gobierno. Es por esta razón que la discusión que se viene dando en el Congreso actual sobre la ley que sancionaría al transfuguismo adquiere real importancia, pues serviría como freno a este propósito. No está demás indicar que sea quien gane las elecciones, de inmediato se constituirá en un poder que podrá, con facilidad, conseguir nuevos adeptos, por eso hay que pensar en alternativas que le den soporte a la democracia a partir de la construcción de gobernabilidad.
Por otro lado está el tema de la desconfianza en los dos candidatos, Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Una forma de limitar esta profunda falta de confianza es conformando el bloque opositor, que aspire a la presidencia del Congreso. Ello sería factible, pues el bloque de centro más cualquiera de los perdedores lograría una contundente mayoría. Esta presidencia del Congreso, en manos de la oposición, sería el fiel de la balanza para cualquier propósito autoritario, y su aceptación sería un gesto del proximo mandatario o mandataria, que abonaría en favor de la democracia.

CADE por la Educación 2011 y Segunda Vuelta

El día de mañana, 28 de Abril, se inicia la Conferencia anual de Ejecutivos 2011 CADE por la Educación, que en esta oportunidad tiene como ejecutivo organizador a Pablo de la Flor. Conocemos a Pablo y por eso no dudamos de la calidad que tendrá el evento.
La Educación es un elemento muy importante y tal vez único en el proceso de desarrollo. Sin una educación de calidad no seremos jamás un país del primer mundo, y nuestro crecimiento económico, como tantas veces en nuestra historia, será simplemente episódico. Por eso la agenda de educación debe ser tomada por todos como un elemento crucial, protagonista en el proceso de discusión pública, pues de lo contrario seguiremos estancados en un contexto económico de exportación de materias primas sin valor agregado.
La CADE por la educación 2011 tiene en esta oportunidad un componente especial: la presencia de los dos candidatos a la segunda vuelta, Ollanta Humala y Keiko Fujimori. El evento, especializado, tiene un público conocedor y exigente, que por tanto estará atento a la oferta educativa que planteen los aspirantes al sillón presidencial. Es una buena oportunidad para conocer cuál es el nivel de importancia que se le da a la educación en el país, qué es lo que se piensa de las universidades con decenas de sucursales, que se quiere para la educación primaria y secundaria, qué hay de convertirnos en país bilingüe, qué de la educación técnica, es decir hay muchos elementos para discutir.
Es una pena que, por razones de viaje por compromisos asumidos con antelación, no pueda asistir, respondiendo a la generosa invitación de mi amigo Pablo, pero desde Colombia, en donde estaré, seguiré, gracias a la virtualidad, el desarrollo de este evento, que estoy seguro gozará del aprecio y seguimiento también de medios de comunicación, ciudadanos y especialistas.

Colombia, el ejemplo a seguir en educación

Hace muy bien Don José Miguel Morales en tomar como referencia a Colombia para el mejor desempeño de Empresarios por la Educación, esfuerzo que de manera discreta y efectiva viene trabajando en pro de mejorar los estándares educativos de nuestro país.
Colombia no deja de sorprenderme. Sus estándares académicos son muy buenos, teniendo como principal característica la homogeneidad, es decir, sea cual sea la universidad, como todas buscan la excelencia, las diferencias son mínimas.
El SENA, Servicio Nacional de Aprendizaje, es una entidad que debería ser replicada en nuestro país. Acaba de firmar un convenio con Alemania para recibir transferencia tecnológica y asesoría para el desarrollo de programas que modernicen la formación profesional, actualicen los conocimientos de los instructores y que impacten la competitividad de las empresas y de los trabajadores colombianos, es decir todo un gatillador de productividad y competitividad.
Escribo esto con sentimientos encontrados pues por una parte no voy a poder asistir al CADE por la Educación 2011 que se inicia mañana por lo cual pido las disculpas del caso a mi amigo Pablo de la Flor, entusiasta y capaz profesional a cargo de la organización del evento. Viajo casualmente a Colombia, en donde una vez más me enriqueceré de la grata conversación con grandes amigos y de la cultura de ese bello país.

Cuando la confianza es un factor crítico

Cuando la confianza es un factor crítico
Que una candidata a la presidencia de la República pida perdón por los actos delictuosos cometidos durante un régimen dictatorial, del cual ella tomó parte, sería, democráticamente, un gesto que la prensa tomaría, mayoritariamente, como relevante por la dimensión política que ello implica.
Que un candidato a la presidencia de la República, prometa públicamente que no hará modificaciones sustanciales al modelo económico vigente y que convocará a personas que hacen gala de un conocimiento técnico, sería un acto que de inmediato generaría consensos y tranquilidad en ciudadanos e inversionistas.
Sin embargo, realizados los gestos, del perdón y las promesas por parte de uno y otro, la prensa y la ciudadanía reacciona con indiferencia, incredulidad y distancia. Pocos son los que, aceptando el compromiso, se pliegan a su difusión.
El tema de fondo es confianza, una crisis de confianza que afecta al crecimiento y desarrollo del país, en tantos ámbitos que se puede abarcar desde la gobernabilidad hasta el desempeño económico.
Confianza, a grandes líneas tomadas del diccionario es, individualmente, tener la esperanza de conseguir lo que deseamos y, colectivamente, depositar en otro u otros la fe que procederán según como deseamos.
¿Tenemos confianza en que los candidatos a la segunda vuelta cumplirán con lo que esperamos?
Francis Fukuyama asocia a la confianza aspectos cruciales como la cultura, el capital social y la sociabilidad espontánea. La cultura son los hábitos que nos hacen confiables. El capital social son las normas compartidas a través del comportamiento. La sociabilidad espontánea significa que es suficiente estrechar las manos para sellar un compromiso. Adolecemos de esos tres elementos, de allí nuestra actitud respecto a los dos candidatos.
Aquí no se trata del cáncer o del sida, del mal menor o el mayor. De lo que se trata es de una profunda dosis de desconfianza respecto de aquellos que pueden tener el honor de ejercer la presidencia de la República. La ausencia de credenciales democráticas, en ambos; incurrir en contradicciones, idas y vueltas, ambos; tener a voceros con agenda propia, ambos; dificulta el proceso de elección presidencial.
Por ello, por la desconfianza imperante, ocupa un rol muy importante el papel de la oposición, no sólo como justo medio de una balanza que exigirá seriedad y responsabilidad en las decisiones que se tomen, sino también en el papel que se debe jugar en la defensa del régimen democrático.
Un partido político contribuye con la democracia no sólo desde el gobierno, el cogobierno o la coalición, sino también desde la orilla opositora, en que la crítica es insumo de una mejor decisión en pro del bienestar de la Nación.
Ing. Juan Sheput

Artículo publicado en Diario 16 del 27 de abril del 2011

miércoles, 20 de abril de 2011

Segunda Vuelta o Sacada de Vuelta

Segunda Vuelta o Sacada de Vuelta
Si alguien tenía dudas de la certeza de la frase “los técnicos se alquilan” con lo sucedido en las últimas horas podría dar fe de su vigencia. El pase de un grupo de técnicos calificados, de las filas de Perú Posible a la agrupación de Ollanta Humala, ha generado confusión en la ciudadanía, pues ve en este gesto una actitud oportunista por el breve lapso de tiempo transcurrido desde la derrota perúposibilista.
El argumento utilizado (“soy independiente”) es de triste recordación. Ha sido fundamento de las sangrías políticas que caracterizan al transfuguismo. Es cierto que el calificativo de tránsfuga no se ajusta a lo sucedido, pero también es cierto que esta actitud mella y lastima la imagen de Perú Posible. Según Gana Perú, agrupación nacionalista, se quiere hacer una serie de ajustes al plan de gobierno, lo cual siendo válido no deja de sembrar dudas, por las características de la política local.
Si ambos grupos políticos quieren hacer cambios en sus planes de gobierno, pensando en captar al 50% del país que no votó por ellos ¿Cómo queda el 50% que votó por Ollanta Humala o Keiko Fujimori en la primera vuelta, apoyando el anterior plan de gobierno que ahora se piensa modificar?
Una segunda vuelta no es una sacada de vuelta, una traición al electorado. La gran política consiste en convencer al electorado de las bondades de nuestra propuesta. No consiste en poner los planes, las metas y los objetivos al gusto del cliente de turno. Esto último es politiquería, no requiere del convencimiento argumentado sino de la retórica, y es la base y fundamento de la demagogia: el que cambia de posición hoy podrá cambiar mañana, para bien o para mal.
No tengo la menor duda que la población debe estar desconcertada. Más allá de lo que digan las portátiles telefónicas o virtuales que inundan con mensajes partidarios las cabinas de radio o la prensa electrónica, aprobando el cambio de los planes de gobierno, lo cierto es que existe desazón en gran parte de la población.
Los cambios de un lado a otro de técnicos, pretextando ser independientes, es una de las manifestaciones de la profunda crisis del sistema de partidos que atraviesa nuestro país. Olvidan estos técnicos que para plantear políticas públicas no se necesita estar sólo del lado del caballo ganador. También se puede hacer política de nivel desde la oposición, y ese es tal vez uno de los grandes dramas nacionales. El hecho que la oposición sea nula en nuestro sistema democrático es la causa de la ausencia de una eficaz fiscalización e incubadora del transfuguismo. Querer una parte de la torta del poder parecería ser el real motivador de los que se aúpan al probable vencedor. Ignoran que desde la oposición se puede tener al mismo, el poder, y a la vez cumplir con la Nación.
Ing. Juan Sheput


Este artículo se ha publicado en Diario 16 del 20 de abril del 2011

lunes, 18 de abril de 2011

Cuando el oportunismo se maquilla de "independiente"

Perú Posible ha recibido más de dos millones de votos en el último proceso electoral, votos que representan el sentir de ciudadanos que merecen todo nuestro respeto. Estos ciudadanos votaron por la propuesta que representa Alejandro Toledo, creyendo en lo que decía en el último tramo de su campaña, que era el único capaz de detener a Ollanta Humala.
¿Cómo se sentirán estos ciudadanos cuando ven cómo rostros conocidos vinculados a Perú Posible se presentan en el nuevo equipo que acompaña a Ollanta Humala?
Se sentirán confundidos, pasmados, traicionados.
Estos rostros, antes técnicos visibles en Perú Posible, justifican su cambio de partido, argumentando que son "independientes", lo cual, es verdad en cierta medida, pues quién puede argumentar total independencia luego de haber acompañado a una agrupación por más de 10 años.
Estos señores "independientes" han sido consejeros presidenciales, viceministros, ministros, directores, y están en su derecho de migrar. Pero por un mínimo de respeto a la agrupación que les dio una oportunidad de servicio público, deberían haber esperado las conclusiones que se saquen en Perú Posible como consecuencia de las precisiones que debe otorgar el Partido Nacionalista de Ollanta Humala.
El cambio abrupto de partido político da muestras de desesperación en el sector nacionalista. Lo tiñe de oportunismo y dice mucho de los migrantes, sobre todo en su aspecto ético. Me pregunto ¿Así es hoy con los técnicos, mañana será lo mismo con los congresistas electos? Apelar al fácil recurso de la independencia para justificar el cambio de camiseta es parte de la ideología del transfuguismo.
Perú Posible aún no ha tomado una decisión, pero es consciente que debe asumir una. Por ello está en proceso de reflexión y espera, de la forma cómo pretende modificar el Partido Nacionalista su plan de Gobierno. Si ha habido negociación, esta ha sido entre amigos comunes, y por tanto no tiene ninguna validez. Y por otro lado se ha dicho, con absoluta claridad que será muy difícil que en PP se apoye al fujimorismo, yo en lo personal jamás votaría por Keiko Fujimori. Sin embargo queda la posibilidad de ser el fiel de la balanza, la conciencia crítica, ejercer el rol opositor. Todo depende de la forma cómo se desarrollen las negociaciones, pensando en el país y no en el toma y daca.
Que este proceso sirva para iniciar un real proceso de institucionalización en Perú Posible.

lunes, 4 de abril de 2011

¿Cambio de modelo o un modelo con cambios?

El día de hoy, en RPP, hice una reflexión respecto al modelo económico que, según algunos es exitoso y, según otros, es pernicioso sobre el país.

Dije, ante interrogante de Don Raúl Vargas, que Pedro Pablo Kuzcynski era la continuación del modelo, Ollanta Humala era el cambio de modelo y Alejandro Toledo era la continuidad del modelo pero con cambios responsables. Como saben, son partidario de esta última posición.

Las dos primeras menciones serían perjudiciales para el país, no sólo por polarizantes, sino porque se debe tener en cuenta que el modelo económico, siendo bueno en la macroeconomía, no lo es tanto en la micro, estando muy lejano de un alto porcentaje de peruanos.

Pedro Pablo Kuzcynski, estoy seguro, no tendría la posibilidad de hacer ni buscar consensos, con lo cual la continuidad del modelo económico estaría garantizada, con todo lo peligroso que ello tiene pare el país. El modelo es excluyente y no puede seguir así.

Ollanta Humala, a partir de propuestas como el retorno a la Constitución de 1979, plantea cambiar el modelo por uno con mayor participación del Estado, incluyendo el papel de propietario. Sería un retroceso, pues un tipo de manejo de la economía así planteado no ha funcionado en América Latina.

La tercera opción, que encarna Alejandro Toledo, es la mejor para el país. Persistir con el modelo pero con reformas de fondo, de segunda y tercera generación y con una proyección social que incluya a los que hoy apuestan por la opción radical. El modelo requiere ajustes, y el más capacitado para conducir esos cambios, es definitivamente Alejandro Toledo.