Al mejor estilo de Hugo Chávez, el señor Jaime Bayly, usando las ondas de Frecuencia Latina Canal 2, ha lanzado un largo monólogo de dos horas, en el cual denunció la hostilidad de sus compañeros y del propietario de Frecuencia Latina Baruch Ivcher, anunció su renuncia (no sabemos si irrevocable o no) y la emprendió, cargado de adjetivos e insultos, contra aquellos que, desde su punto de vista lo habían ofendido.
A estas alturas del texto quisiéramos aclarar que las preferencias sexuales y las animadversiones personales del señor Jaime Bayly no nos interesan en absoluto. Abordamos el tema en cuanto su dimensión política, ya que el señor Bayly ha manifestado, públicamente, su interés en ser candidato presidencial.
En principio el señor Jaime Bayly se ha comportado como si siguiera al pie de la letra el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, ese libro de Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa, donde se pulveriza a aquellos que los autores consideran demagogos de izquierda y enemigos del capital cuando no luchadores ciegos contra la pobreza.
En el Manual, los autores abandonan el sesgo académico o el tono político que reclama ponderación, para usar los mismos estilos irreverentes e incediarios de los demagogos latinoamericanos. Lo hacen con cálculo, adrede. Estimamos que el señor Bayly hace lo mismo, con la salvedad que no los imita, desde la orilla literaria, sino actúa como cualquier político irresponsable y demagogo. Abandona el tono sosegado por aquel que le permite acumular más audiencia , de esa manera, de repente, considerará que su mensaje llegará a mayores públicos, tal como se desliza y critica en el Manual. Con su reciente actuación, se podría escribir un capítulo adicional en el Manual del Perfecto Idiota latinoamericano. Es sintomático, respecto a lo que sucede en nuestro país, que el llamado representante de la agenda liberal en el Perú pueda ser un modelo para el referido Manual.
Volviendo al espectáculo del domingo en la noche, el monólogo del señor Bayly, debemos decir que nos ha preocupado. La potencia de la señal de televisión puede confundir más a nuestras ya confundidas gentes. Por eso es necesario reflexionar y plantear posición respecto a la actuación pública de un pre candidato presidencial.
Un político en cuanto candidato tiene que estar dispuesto a soportar una serie de críticas. En cuanto representante igual. Las agendas personales se subordinan al interés nacional. ¿Cómo reaccionaría el señor Jaime Bayly ante un "destape" personal, acaso con un "aló presidente", que en un país como el Perú generaría rápidamente un clima de ingobernabilidad?
Un político, y el señor Bayly intenta serlo en el matiz que corresponda, debe estar dispuesto a enfrentar comparecencias públicas, a ser tolerante, a pararse frente a los problemas con frialdad y firmeza. No debe, no porque no pueda sino porque no es recomendable, lanzar insultos e infidencias, comprometiendo a su entorno y deteriorando aún más la relación con sus adversarios de turno. Si el de la noche del domingo va a ser el comportamiento usual del señor Bayly, saque usted mismo sus conclusiones. La campaña no será divertida sino dramática y la política se alejará aún más de la gente con la cuota de decepción respectiva.
Un punto final, dedicado a aquel generoso grupo de periodistas que, de repente bien intencionados, apoyan o simpatizan con el señor Bayly. La madurez implica tratar de identificar por anticipado las consecuencias de nuestras acciones. Calificar como una "agenda moderna" lo que aparenta ser una agenda de venganza o reivindicación personal es irresponsable. El Perú está conectado con el Mundo, es un atributo innegable de la comunicación. El ascenso o avance de un proyecto inmaduro, alejará de nuestro país las posibilidades de inversión, pues a ningún empresario le interesa invertir su dinero en un país en problemas, con mandatarios volubles e impredecibles.
Tengamos esto en cuenta antes de emprender aventuras que no conducen a ninguna parte y que de jocosas o divertidas no tienen nada. El deterioro cívico del Perú va viento en popa a tal punto que el propio señor Bayly revela que su candidato a vice presidente y principal promotor, el señor Enrique Ghersi,
defendió con argumentos retorcidos a un probable pedófilo.